¿Quieres dejar atrás tu timidez y buscas nuevas formas de ser más sociable? ¿Te apetece charlar con gente nueva pero te paralizas cuando llega la hora de la verdad? ¿Cómo podemos favorecer nuestro bienestar social para transmitir exactamente la imagen de nosotros mismos que queremos comunicar?
Hoy en día la sociedad nos exige tener una serie de cosas o materiales, bien puede ser un coche, un móvil, un ordenador, etc.
Pero además nos pide que tengamos una serie de técnicas y herramientas para comunicarnos con los demás, conocer gente nueva y ser audaces en situaciones sociales, por lo que para ello debemos disponer de habilidades propias de las personas sociables.
Entre las características de las personas sociables encontramos la espontaneidad, alegría, la intensidad y motivación al llevar a cabo acciones, el desparpajo y la diversión para transmitir a los demás y crear un ambiente agradable entablando relaciones gratas con los demás.
Sin embargo, aunque pueda parecer que las personas son sociables por propia naturaleza, lo cierto es que no siempre es así.
Ser sociable es una habilidad como cualquiera otra como puede ser trepar por una cuerda y para desarrollarla es necesario entrenarla.
Si un día nos levantamos por la mañana y decidimos correr 5 kilómetros, el primer día quizá no lo conseguiremos pero si nos entrenamos diariamente corriendo unos cuantos kilómetros cada vez, llegará un momento que seamos capaces de conseguirlo.
Exactamente igual sucede con ser más sociable, si empezamos poco a poco a poner en práctica una serie de habilidades, finalmente conseguiremos salir de la zona de confort y desarrollar esa faceta social superando esos miedos que nos frenan en algunas ocasiones.
Las personas con problemas de sociabilidad tienen dificultad para gestionar situaciones donde deben hacer frente a su propia inseguridad y la timidez, se enfrentan a situaciones sociales con miedo y angustia que se puede observar en la forma de hablar o de moverse a través del lenguaje no verbal.
Este tipo de personas tienen dos fuentes principales que causan su conflicto; por una parte presentan una pobre autoestima que no saben cómo superar, así como una baja seguridad consigo mismas por lo que actúan a través del miedo. Por otra parte la falta de habilidades sociales supone que no sepan qué decir, cómo comportarse, cómo dirigirse a alguien o qué hacer, por lo que esto les paraliza a la hora de relacionarse con los demás.
¿Cómo de sociable eres?
Para comenzar a trabajar tu sociabilidad primero debes descubrir el grado de socialización que posees y ver en qué escalón te encuentras,
- Si bien estás en el primero en el que tienes fobia a las personas y a entablar algún tipo de contacto con ellas.
- Si te encuentras en mitad en dónde eres capaz de mantener una conversación durante un breve periodo de tiempo porque en seguida se te gastan las pilas.
- O si bien te encuentras en la cima de la pirámide y eres una leyenda que ha nacido para relacionarse con los demás.
Empecemos desde abajo hacia arriba.
- El primer escalón. Nadie te saca de casa, te encierras en tu microecosistema y de ahí no sales pase lo que pase. Se puede acabar el mundo, que tú no tienes ninguna intención de salir de esas cuatro paredes.
- El segundo escalón. Sales de casa porque es necesario pero si no fuese así te lo ahorrarías. Te mueves para ir al trabajo, la escuela, etc. Intentas pasar desapercibido agachando la cabeza y esperando que todo pase rápidamente.
- Tercer escalón. Te asomas a la calle ocasionalmente y manteniendo las distancias, evitas el contacto físico.
- Cuarto escalón. Tienes tu grupo de amigos, y vas a sitios aunque ellos saben que eres tímido y cualquier tipo de situación social te pone alerta.
- El quinto escalón. Aquí nos encontramos en el meridiano de la pirámide. Tienes vida social y sales de casa con frecuencia, actúas de manera normal hasta que te presentan a alguien del sexo opuesto y es ahí cuando entras en bloqueo. Se te gasta la batería y entras en modo ahorro por lo que te cuesta no tartamudear o decir más de dos frases seguidas.
- El sexto escalón. No eres el alma mater de la fiesta pero dispones de una serie de habilidades sociales que te permiten tener un trato social correcto y armónico. No tienes una especial influencia relevante pero estás presente.
- El séptimo escalón. Tienes tu grupo de amigos, eres simpático y eres capaz de aportar diversión al grupo. Puedes conocer gente nueva e incluso coquetear, pero nada más. A la hora de actuar cambias la marcha y retrocedes hacia atrás.
- El octavo escalón. Tienes suficiente seguridad y confianza como para desenvolverte con éxito en diversas interacciones sociales, conocer ente nueva y seducirla con tus dotes de atracción.
- El noveno escalón. Siempre caes bien, eres popular y la gente te conoce. Se interesan por conversar contigo porque transmites energía positiva y por eso siempre estás invitado a todos los eventos que se organizan.
- El décimo escalón. Hemos llegado a la cima de la montaña. Desde aquí todo el mundo puede verte, acercarse a ti. Si tú no vas a la fiesta la fiesta va a ti. Eres conocido por tu forma de ser mostrando tu poder de seducción innato. Llevas lo social en la sangre y te conectas con todos.
Ahora bien, además de entrenar nuestra inteligencia emocional, ¿qué podemos hacer para aproximarnos fácilmente al décimo escalón?
Cómo ser una persona más sociable: 12 pasos exprés para llegar a ser una persona más sociable
Ser una persona más sociable no es algo que se consiga de la noche a la mañana, sino que requiere tiempo de práctica, acción y enfrentarse a los miedos que aparecen por nuestra cabeza y solo sirven para inmovilizarnos y hacernos sentir mal.
Decídete a desarrollar tus habilidades sociales
Saca a pasear tus potencialidades para crear relaciones constructivas con los demás y permitir que otros disfruten de tu compañía. Ten paciencia y comienza por entablar conversaciones con gente que conoces poco o simplemente no conoces, sal con grupos de amigos y permítete abrirte a interactuar con nuevas personas. Nunca sabes en lo que se puede convertir un simple “hola”.
Mira a los ojos
Mantener el contacto visual es muy importante, ya que a través de la mirada se transmite mucho y manifiesta la seguridad y confianza con uno mismo. Cuando hablas y no te miran es indicio de que a esa persona no le interesa la conversación o que se aburre.
Empieza dando pequeños pasos
Cuando entres en algún sitio saluda a los demás e intenta iniciar una simple conversación con alguien. Puedes comenzar hablando de temas rutinarios como el tráfico o el tiempo y cuando tengas más seguridad puedes hablar de cosas más profundas. De esta manera irás motivándote para seguir avanzando.
Únete a la gente
Si estás en el trabajo o en la escuela y estáis en el descanso ve con la gente a comer o dónde vayan, así podrás empezara construir relaciones con los demás y comenzar a hacer actividades con el grupo.
Comparte tus gustos
Comienza a moverte y encontrar personas que tengas los mismos gustos y aficiones que tú. En ese entorno es más sencillo conocer amigos de verdad con los que disfrutar haciendo lo que más os gusta.
No te frustres si alguna conversación no termina como esperabas
Lo mejor que puedes hacer es lanzarte a las relaciones sociales sin expectativas. Perder el miedo no significa que todo salga como nos gustaría que fuera, debes tener en cuenta que cada persona es un mundo y puede tener sus problemas o conflictos personales que no conocemos. No te desanimes por eso y sigue mostrándote a los demás enfocándote en lo positivo que estás consiguiendo.
Invita y planea con los demás
No esperes que haya una reunión o un evento cerca de ti para socializarte. Organiza alguna salida o algún plan con personas que os permita pasar un rato agradable y deje la sensación de querer volver a repetir.
Comprométete con otra gente
Procura comprometerte con los demás y contigo mismo, es decir si acordáis una hora trata de ser puntual. Las impuntualidad es un signo negativo que la persona o personas que están esperando no siempre tienen por qué aceptarlo. Controla el tiempo para llegar a la hora acordada sin prisas ni carreras.
Asimila que los imprevistos existen
Pueden suceder múltiples situaciones que te hagan cancelar una cita. Si es inevitable y no te queda más remedio que anularla trata de ofrecer otras opciones de días para llevar a cabo esa salida. De esta manera mostrarás interés por pasar un rato con la gente.
Préstale especial atención a tu aspecto
El primer paso para ser más sociable y abrirte a la gente es que ganes confianza y seguridad en ti mismo, para ello debes estar satisfecho contigo mismo. El cuidado personal es muy importante para sentirte bien. Las personas seguras de si mismas tienen una actitud positiva que se refleja desde dentro hacia fuera. Para estar bien con los demás debes sentirte bien contigo mismo.
Sonríe siempre que alguien te mire
La sonrisa es un aspecto muy importante en tu lenguaje no verbal. Mostrar una actitud positiva y abierta hace que se cree un clima cálido y confortable que atrae a los demás. Sonreír hace que tengas buena imagen y agrades a los demás mostrando simpatía. Empieza por cuidar tu sonrisa. Si te gusta tu sonrisa, la compartirás más naturalmente.
No pienses demasiado en cómo debes actuar
Pensar en exceso hace que no disfrutes de los demás. Si eres espontáneo y natural te servirá para ser tu mismo y superar el miedo al ridículo. Recuerda que lo principal es que te sientas bien.