¿Cuándo acudir al psicólogo? ¿Cómo hacer frente a la primera consulta y cómo aprovechar al máximo las sucesivas visitas y qué hacer para conseguir terminar su tratamiento con éxito? ¿Qué esperar de un profesional y qué debemos conocer antes de afrontar algún un terapia con un psicoterapeuta?
La terapia psicológica o psicoterapia se suele basar en una interacción personal entre paciente y profesional como parte de un tratamiento para superar alguna incomodidad o para generar algún cambio personal de la manera deseada.
La psicoterapia es útil frente a trastornos de diferente naturaleza y puede ser utilizada frente a desórdenes como la depresión, los problemas de ansiedad, para resolver adicciones, o hasta para modifica pensamientos, comportamientos o conductas.
La terapia psicológica se centra, principalmente, en mejorar el bienestar y salud mental del individuo mediante un trato directo y confidencial entre profesional y paciente.
Lo normal es que la terapia psicológica tenga lugar de manera presencial entre paciente y especialista, pero en ocasiones, también se puede hacer a distancia, mediante videoconferencia o, en ocasiones, en grupos.
Existen muchos tipos de terapia. Algunas pueden tener diferencias menores entre ellas, mientras que otras pueden ser conceptos psicológicos, éticos o hacer uso de técnicas totalmente opuestos.
¿Cuándo acudir a terapia psciológica?
Aunque la mayoría de terapias de la actualidad se centran en tus pensamientos actuales, esto no te debe llevar a creer que acudir a psicoterapia se trata simplemente de «hablar sobre tus problemas». El profesional también te facilitará herramientas con las que trabajar para que alcanzar tus logros no solamente sea posible, sino también más rápido y menos costoso.
La psicoterapia te puede ayudar a comprender mejor el estado de tu salud mental, a definir y alcanzar con éxito objetivos y metas, pero también es útil para afrontar esos miedos que tanto te molestan, inseguridades, regular el estrés o superar experiencias traumáticas del pasado.
Un psicoterapeuta también te puede ayudar a diferenciar aquello que es inherente a tu personalidad de lo que simplemente se trata de una actitud modificable; conseguirás entender cuáles son los activadores de esas conductas que te gustaría modificar o a establecer una rutina saludable que repercuta positivamente en otros aspectos de tu salud.
Pero una terapia psicológica es útil más allá de si descubres que tu pareja te engaña o de si has perdido la confianza en algún aspecto de tu vida. Incluso si buscas mejorar tus habilidades sociales para crear o reforzar tu relaciones de amistad, con tu pareja o con tu trabajo, la terapia psicología te puede ayudar.
¿Qué tipos de terapia existen?
Principalmente, la terapia psicológica se suele dividir en dos grandes grupos que es crucial conocer desde el principio:
- Psicología basada en la evidencia. Hace uso de las evidencias, producto de investigaciones rigurosas en cuanto a diseño y ejecución, para optimizar el proceso de toma de decisiones desde el punto de vista de la práctica médica.
- Psicología como pseudociencia. Se suelen presentar como ciencia real. Hace uso de sentencias, creencias o prácticas que se aseguran como científicas pero que, en realidad, son incompatibles con el método científico.
Por ejemplo, la metodología que siguen muchos psicólogos se basa en 4 dimensiones científicas principales: evaluación, explicación de las hipótesis, tratamiento y seguimiento.
Evaluación. El primer paso para que una terapia funcione es conocer las cuestiones importantes para el paciente. Se utilizan diferentes herramientas (entrevistas, tests, cuestionarios… ) que ayudan al profesional a profundizar en la raíz del problema.
Hipótesis. Una vez completada la evaluación previa, es el paso de transmitirle al paciente los puntos clave sobre la naturaleza de su consulta. Suele ser la parte más intensa para el paciente, pues supone enfrentarse a sus principales miedos o angustias, pero resulta imprescindible para comprender en qué va a consistir su tratamiento.
Tratamiento. Mediante un tratamiento eficaz, el paciente es capaz de mejorar el conocimiento de sí mismo, así como de aquello existente en su entorno que pueda estar causando las sensaciones que lo motivaron a buscar la ayuda de un psicólogo. Un trabajo mano a mano, entre profesional y paciente, donde se discuten y analizan las diferentes estrategias y enfoques que, mediante un número variable de sesiones, ayudan a zanjar cualquier inquietud que el paciente pudiera tener.
Seguimiento. Una vez hayamos iniciado o acabado el tratamiento, es importante mantener el contacto con el especialista para asegurarnos de que todo va bien. Mediante estas sesiones adicionales, es posible entender si hemos dado los pasos correctos en la dirección adecuada. Un seguimiento adecuado tendrá por objetivo el control y la optimización de las herramientas presentadas en el punto anterior.
¿Cómo encontrar un buen psicoterapeuta?
Si no cuentas con un seguro de salud que incluya la asistencia a terapia psicológica, entonces necesitarás encontrar y elegir un psicólogo por tu cuenta. Para hacerlo, necesitas estar al tanto de unas cuantas consideraciones:
- Pregunta a miembros de tu familia y amigos.
- Pregunta a tu médico de asistencia primaria, de cabecera o de familia.
- Busca en Internet.
- Contacta con un centro de salud mental de tu zona.
- Consulta el departamento de psicología de la facultad o universidad de tu ciudad.
- Localiza alguna asociación psicológica en tu área geográfica.
A la hora de seleccionar a tu psicoterapeuta, también tendrás que tener en cuenta algunas cuestiones que te permitirán hacer la mejor selección dependiendo de aquello que necesitas resolver y de las expectativas que deposites.
Tendrás que saber si tu posible psicoterapeuta:
- Acepta nuevos pacientes.
- Si trabaja con hombres, mujeres, niños, adolescentes, parejas o familias.
- Si está licenciado.
- Cuántos años lleva en la profesión.
- Cuáles son sus áreas de experiencia.
- Su experiencia ayudando a personas con síntomas parecidos a los tuyos.
- Su enfoque de tratamiento. Eficacia de su enfoque para tu tipo de consulta.
- Cuáles son sus honorarios y cuáles son sus métodos de cobro.
- Qué tipo de políticas aplica, como por ejemplo, cuando te pierdes una cita.
Estas son tan solo algunos de los asuntos que es recomendable tener claros antes de decantarte por uno u otro profesional. No obstante, deberás consultar con él cualquier asunto que te interese antes de elegir.
Además, puedes optar por buscar un profesional que comparta contigo cualquier tipo de punto en común, como religión o cultura, por ejemplo. Es cierto que algunos especialistas están más dispuestos que otros a compartir este tipo de información personal, pero siempre es recomendable intentar conocer bien a la persona que nos va a tratar.