¿Hay alguna adicción presente en tu vida de la que te gustaría despedirte para siempre? ¿Lo has intentado todo para dejarlo, pero ese hábito nocivo para ti siempre acaba volviendo a tu vida? ¿Qué podemos hacer si buscamos dejar una adicción de manera definitiva y sin riesgo a recaer en ella?
Existen multitud de adicciones: al alcohol, al tabaco, al sexo, a las drogas, a mentir o a robar. Sea cual sea la tuya, el primer paso para superarla es reconocer que existe un problema que queremos solucionar.
Si sientes que tu vida no es como te gustaría y crees que una adicción tiene algo que ver, entonces es el momento de preparar el plan, de buscar la ayuda necesaria y de preparte ante los obstáculos a los que seguramente te enfrentes durante el proceso.
Si quieres aprender cómo terminar con una adicción y crees que es el momento de empezar una nueva vida mucho más sana y feliz, entonces sigue leyendo.
Pregúntate si realmente quieres dejarlo
Antes de empezar necesitarás reflexionar sobre cuáles son los efectos más negativos de tu adicción. También tendrás que explorar cuáles son todos los beneficios que te esperan una vez la hayas superado, así como conseguir comprometerte contigo a dejar ese hábito definitivamente.
Déjate claros cuales son los efectos más perjudiciales de tu adicción
Puede resultar desagradable hacer frente al conocimiento de todo lo que te daña tu adicción, por eso lo mejor es escribir en un papel las poderosas razones por las que deseas alejarte de ella.
Piensa en cómo la adicción te afecta tanto a nivel físico como psicológico y los riesgos que conlleva mantenerla en tu vida. Puede que sea cáncer, problemas del corazón o cualquier otra enfermedad relacionada con tu adicción.
Muchas veces, los daños se acentúan en el plano mental, donde la propia adicción genera vergüenza o complicaciones tales como depresión, ansiedad, entre otros muchos desórdenes mentales.
Además, las adicciones también tienen una incidencia directa en la vida social de aquellas personas que la padecen. Interfieren en la manera de relacionarse y en las emociones que generas en los demás. Pregúntate si tu adicción te está quitando tiempo para hacer cosas con las personas a las que más quieres, como tu familia o tus amigos.
Quizá uno de los filos más peligrosos de toda adicción lo encontremos en el plano financiero. Tan solo piensa un poco sobre cuánto dinero se está llevando tu adicción y cómo afecta a tu trabajo.
También puedes revisar cuál es el foco de esa adicción. Es decir, si necesitas fumarte un cigarrillo en cada descanso del trabajo quizá tengas que reflexionar sobre lo conveniente que te resulta tu empleo.
Haz una lista de las ventajas de dejar tu adicción
Una vez tengas completamente claras todas las consecuencias negativas de tu adicción es el momento de pensar en la manera de deshacerte de ese hábito indeseado.
Trata visualizarte una vez no exista esa adicción y diseña tu vida ideal. Quizá te veas como una persona más libre, con más tiempo para estar con quienes de verdad te importa. Tal vez te veas con más dinero o quizá te sientas con mejor salud, tanto física como mental. Pero, sin embargo, te encantará verte como una persona segura y orgullosa de si misma otra vez.
Deja por escrito tu compromiso a dejarlo
Si ya tienes tu lista con las razones por las que te resulta tan beneficioso abandonar tu adicción y, además, ya has comprendido por qué es mejor dejarla que continuar con ella, entonces es el momento de comprometerse.
Recuerda que nadie más que tú puede dejar esa adicción que tanto te incomoda, por eso debes comprometerte con acciones que, principalmente, te involucren a ti.
Solo tú puedes:
- Buscar la abundancia en tu vida.
- Mejorar tus finanzas.
- Llevarte mejor con tus seres queridos.
- Vivir muchos más años.
Establece un plan de acción
Existen ciertas cosas que puedes hacer para organizar tu abandono del hábito indeseado. Desde fijar una fecha para empezar a dejarlo, hasta hablar con personas que conozcan por lo que estás pasando, son ideas extraordinarias que todo adicto puede probar.
Entender por qué tienes esa adicción y cuáles son los elementos que te impulsan a ella también te ayudará a configurar un entorno propicio para tus fines.
Fija la fecha del «adiós»
¿Cuántas veces has dicho que mañana lo dejas? La realidad es que fijar una fecha es sencillo, pero debe ser realista y proporcional al nivel de adicción.
Tampoco establezcas una fecha demasiado alejada, ya que tampoco funcionará.
Lo ideal es decidir buscar un día en el que sea probable que sientas que ya te has preparado tanto física, como psicológicamente.
Puedes elegir un día importante para ti, como tu cumpleaños, el día de tu aniversario o el día en el que terminaste algún proyecto importante.
Sea como sea, marca ese día en el calendario y colócalo en día donde sea lo suficientemente visible, de tal modo que tengas presente el momento de despedirte de tu adicción para siempre.
No dudes en consultar a un profesional
Puede que ahora no lo aprecies, pero la mayoría de las personas suelen necesitar ayuda especializada en algún punto del proceso de separación de la adicción.
Contacta con alguien que haya pasado por lo mismo que tú
No siempre es necesario contactar con un psicólogo o especialista, pues la mejor ayuda también se encuentra en quienes ahora o hace un tiempo pasaron por tu situación.
Puedes intentar localizar grupos o asociaciones de personas que entiendan la adicción específica por la que estás pasando.
También puedes hablar con las personas más cercanas y con las que tengas una mayor confianza. Puedes explicarles lo importante que es para ti dejarlo y pedirles que te ayuden dentro de sus posibilidades.
Busca tu la raíz de tu adicción
Casi todas las adicciones tienen un «activador» que impulsa al individuo a recaer.
Por ejemplo, para alguien que quiere dejar de fumar, pasar delante del estanco donde solía comprar sus cigarrillos puede convertirse en una experiencia desagradable.
Tan solo localiza cuáles son esos activadores y aprende a gestionarlos. Recuerda que puede ser un activador desde el propio estrés, hasta ciertas situaciones o personas.
Prueba a dejarlo gradualmente
En lugar de tratar de dejar la adicción de un día para otro, a muchas personas les funciona ir abandonándola poco a poco.
Déjalo todo listo
Asegúrate de que has eliminado hasta el último rastro que pueda activar tu adicción tanto de tu casa, como de tu coche y tu lugar de trabajo.
Deshacerte de todos esos objetos relacionados con tu hábito y aquellas cosas que puedan recordarte que existe esa adicción.
No dudes en reemplazar cualquier cosa con el fin de conseguir sentirte mejor. A veces, darle un toque renovado a los lugares que más frecuentamos es una manera estupenda de superar una adicción.
Aprende a gestionar la abstinencia
Esta es la fase más temida por un adicto, pero es la que se supone como definitiva.
Abordarla de forma eficaz marca la diferencia entre liberarse de la adicción y permanecer atados a ella mucho más tiempo.
Abandona el comportamiento adictivo tal y como habías decidido
Cuando el día de dejar tu adicción haya llegado, asegúrate de cumplir firmemente tu promesa y hacerlo.
Puede que los primeros días sean duros, pero si encuentras cosas con las que ocuparte y tu actitud se mantiene positiva, entonces no hay duda de que te librarás rápidamente de la adicción.
Ocupa tu tiempo
Tal vez necesites actividades que te ayuden a distraerte del proceso que estás llevando a cabo.
Hacer ejercicio, buscando una nueva afición, como cocinar o salir con los amigos pueden ser excelentes formas de ocupar tu tiempo.
Existen multitud de maneras de hacer nuevos amigos que te ayuden a empezar una nueva etapa en tu vida lejos de la adicción.
Aléjate de los activadores
Una parte crucial en tu proceso de acabar con tu adicción recae sobre las personas, los lugares y las cosas que te hacen querer volver a tus viejos hábitos. Quizá necesites construir una nueva rutina hasta que la adicción haya desaparecido por completo.
No aceptes tus propios razonamientos
No cabe duda de que la molestia física y mental que atraviesa una persona que quiere dejar una adicción es completamente real.
Por lo general, es en este momento cuando tu voz interior empezará a intentar convencerte de volver al hábito indeseado. Es importante que no escuches a esa voz y que no te rindas en los momentos más duros. Cada momento de angustia tendrá su recompensa al final.
Puede que de repente aparezcan por tu mente frases-consigna, como: «la vida son dos días» o «lo que no mata, engorda», pero es aquí donde tu actitud tomará un papel determinante.
Tan solo vuelve a tus antiguas razones para dejarlo y recuerda por qué estás haciendo todo esto. Piensa en lo importante que es para ti dejar la adicción.
No permitas que una recaída eventual sea el final de tu viaje
Por supuesto, nadie es perfecto y es totalmente comprensible que todos fallemos de vez en cuando.
Pero esto no significa que debas rendirte por completo y que esto te haga volver a tu antigua rutina de hábito y adicción.
Si has recaído tan solo analiza qué es lo que ha pasado y reflexiona sobre qué cambios debes adoptar si volviera a suceder. No es necesario volver a realizar todo el recorrido, sino que tan solo debemos dar un pasito atrás.
No es necesario juzgarse con demasiada dureza, recuerda que estás intentando hacerlo lo mejor posible y todo lo que puedes hacer es mantenerte firme frente a tus objetivos.
Celebra tus logros
Haz algo agradable cuando consigas alcanzar esas metas que te aproximen a la eliminación absoluta de la adicción que te atormenta. Cualquier logro es bueno para ser celebrado, ya que el duro trabajo siempre sienta mucho mejor cuando es recompensado.
Recuerda, si a pesar de haber decidido firmemente abandonar tu adicción pero no lo consigues, puedes contactar con algún profesional especializado en tu adicción.