¿Es tan bueno como dicen? ¿Sirve para mejorar la salud? ¿Cuáles son los verdaderos efectos del consumo habitual de ajo y por qué debes incluirlo cuanto antes a tus menús diarios?
El ajo se ha usado con fines medicinales desde la más antigua Historia, donde además de cocinarlo y consumirlo como alimento, también se aprovechaban sus beneficiosas propiedades para la salud.
Son muchos los que sufren de hipertensión y han encontrado en el ajo un maravilloso aliado para combatir los síntomas de ciertas enfermedades.
Además de ser muy efectivo para la circulación, también ayuda a evitar problemas coronarios e interviene para mejorar el funcionamiento de nuestro hígado y vejiga. También es útil frente a los problemas estomacales, como la diarrea. Tomarlo con el estómago vacío es otra de las opciones, ya que entre los beneficios del ajo crudo en ayunas se encuentra que estimula el sistema nervioso central.
Su utilización se remonta incluso a las civilizaciones más ancestrales que han existido, entre las que se encuentran egipcios, babilonios, griegos, romanos y chinos.
El bulbo del ajo es lo que comúnmente se conoce como «cabeza», mientras que cada pieza del bulbo se la llama «diente». Un ajo medio suele tener entre 10 y 15 dientes más o menos.
11 razones por las que consumir ajo cada día
Da salud
Se ha demostrado que la mayor parte de los efectos positivos que produce el ajo se forman cuando el ajo troceado, triturado o machacado, ya que el compuesto que produce, llamado alicina, es el responsable directo de el característico olor del ajo.
La alicina es capaz de recorrer todo el cuerpo, empezando por el tracto y moviéndose a lo largo y ancho de nuestro organismo donde consigue potenciar sus efectos biológicos.
Es una fuente extraordinaria de nutrientes
Además de nutritivo, el ajo también es muy bajo en calorías. Unos 30 gr de ajo contienen en su mayor parte magnesio, vitamina B6, vitamina C, selenio y fibra. También incorpora calcio, potasio, fósforo y vitamina B1.
Es decir, por cada 30 gramos de ajo estarías consumiendo 42 calorías, con uno 2 gramos de proteína y 10 g de hidratos de carbono.
Ayuda a curar el resfriado
Suplementarse con ajo es una idea estupenda, ya que estaremos impulsando las funciones de nuestro sistema inmunológico.
El ajo es capaz de calmar los síntomas del resfriado y puede reducir el número de días de enfermedad si lo tomamos de manera frecuente.
Si eres una persona propensa a resfriarse, entonces si añades ajo a tu dieta conseguirás un increíble beneficio al aumentar tu resistencia frente a posibles constipados.
Sirve para reducir la presión sanguínea
Enfermedades cardiovasculares, como los infartos o los ataques cardíacos son una de las principales causas de muerte en todo el mundo.
Sufren de hipertensión aquellas personas con tendencia a tener una elevada presión sanguínea y suele ser la principal causante de este tipo de enfermedades.
Sin embargo, existen estudios que avalan los beneficios de suplementar la dieta con ajo; y han encontrado que las propiedades que el ajo, en dosis de 600 a 1.500 mg son tan efectivas para reducir la tensión sanguínea tanto como el Atenolol aplicado en un periodo de 24 semanas.
Para que los efectos del ajo sean notorios, será necesario aplicarlo en dosis altas. Es decir, que para obtener la cantidad de alicina requerida deberíamos tomar entre 4 o 5 ajos diarios.
Mejora los niveles de colesterol
El ajo esta estrechamente relacionado con la reducción de colesterol, en especial el colesterol LDL.
Una suplementación con ajo puede reducir el colesterol LDL entre un 10 y un 15 %. El colesterol LDL es el comúnmente conocido como colesterol «malo», que es sobre el que actúa el ajo. El colesterol bueno (HDL), no se ve ni mejorado ni empeorado por sus efectos.
El ajo te ayuda a prevenir el Alzheimer y la Demencia
El daño oxidativo que producen los radicales libres incide de manera directa en el proceso de envejecimiento celular.
La buena noticia es que el ajo contiene algunos antioxidantes que pueden ser útiles para ralentizar este proceso y, por consiguiente, prevenir enfermedades como el Alzheimer o la demencia. Estos antioxidantes son capaces de proteger nuestro organismo frente al daño oxidativo.
Una suplementación con altas dosis de ajo incrementan y potencian las encimas antioxidantes del cuerpo humano. Al mismo tiempo, también reduce el estrés oxidativo en aquellas personas que suelan sufrir de hipertensión.
El ajo te da esperanza de vida
Aunque los efectos en la longevidad humana son simplemente imposibles de demostrar en seres humanos, la realidad es que dados los efectos tan beneficiosos que tiene el ajo sobre los factores de riesgo relacionados con la presión sanguínea, parece lógico concluir que el ajo te ayuda a vivir más tiempo.
Además, también puede combatir infecciones, algo que también se debe tener en cuenta si somos conscientes de que la mayoría de causas de muerte en gente mayor tiene que ver con un desajuste disfuncional en el sistema inmunológico.
Mejora tu rendimiento deportivo
El ajo fue una de las primeras sustancias utilizadas para mejorar el rendimiento de atletas y deportistas.
Tradicionalmente, su uso se destinaba para reducir la fatiga y para mejorar la capacidad de trabajo de los trabajadores del campo. Pero también hay registros de su utilización por los antiguos griegos en los Juegos Olímpicos.
Aunque se evidencia que el ajo tiene efecto en el rendimiento deportivo, la verdad es que existen muy pocos estudios relacionados. Algunos de ellos son incluso algo contradictorios.
Por un lado, en un experimento se demostró que los sujetos con enfermedades cardíacas que tomaron aceite de ajo durante 6 semanas redujeron su frecuencia cardíaca máxima en un 12 %
Sin embargo, por otra parte se hizo un estudio con 9 ciclistas profesionales y no se evidenciaron beneficios notorios en su rendimiento.
Ayuda a liberar toxinas
Los compuestos sulfúricos del ajo pueden proteger nuestro organismo de la toxicidad de los metales pesados, pero solamente si lo consumimos en grandes dosis.
El ajo es útil para reducir muchos signos clínicos de intoxicación, incluidas las jaquecas y la tensión sanguínea.
Aumenta tu calidad ósea
Aunque no se han evaluado los efectos del ajo en los huesos humanos, si que es cierto que se ha demostrado que con su consumo se puede reducir la pérdida osea, así como incrementar el nivel de estrógenos en mujeres. También se ha concluido que una dosis diaria de extracto de ajo seco puede reducir los indicadores de deficiencia de estrógenos en mujeres.
Tomar alimentos como el ajo o la cebolla también tiene poderosos efectos positivos en la osteoartritis.
Es fácil de incluir en la dieta y da un sabor delicioso
Aunque no se trata de un beneficio directo para la salud, sí que es importante mencionar que el ajo es muy fácil de incluir en tu dieta diaria.
Es un complemento excepcional para la mayoría de platos, sobre todo por el sabor que le da a sopas y salsas. Tiene un sabor fuerte que puede darle un toque de sabor a comidas más simples.
Existe una variedad, llamada ajo negro que tiene beneficios en personas con hipertensión, aporta antioxidantes, regula sistema inmunológico, te energiza y ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
El ajo se puede consumir de diferentes maneras, desde su estado natural, hasta en polvo o en suplementos, como el aceite o el extracto de ajo.
Para que pueda tener efectos terapéuticos de manera efectiva se debe consumir un diente de ajo con cada dos o tres de tus comidas. No obstante, ten en cuenta que el ajo también tiene sus inconvenientes, como el mal aliento que deja tras consumirlo. También existen personas que son alérgicas al ajo.
En cualquier caso, y, sobre todo, si padeces alguna enfermedades cardíaca o estás bajo algún tratamiento médico, es importante que hables con tu médico antes de incrementar tu consumo de ajo.
Un punto que no debe pasar por alto es que el principio activo de alicina solo aparece cuando el ajo es cortado o machacado; de modo que si lo cocinas, el ajo no tendrá el mismo efecto sobre tu salud. Puedes apartar el ajo troceado y añadirlo crudo a tus platos antes de comerlos.