¿Sabías que el principal responsable de las infecciones vaginales suele ser el hongo Candida albicans? ¿Sabes que todas las mujeres tienen más de un 30 % de probabilidades de sufrir una infección vaginal a lo largo de su vida? ¿Sientes picazón, ardor, secreción inusual y/o dolor al orinar o al tener sexo?
Es posible que tengas una infección vaginal y todavía no lo hayas descubierto.
Las infecciones vaginales, conocidas popularmente como candidasis, son una de las afecciones más frecuentes a las que deben hacer frente mujeres de todo el mundo.
Generalmente, las infecciones vaginales tienen lugar cuando se produce un desajuste en el equilibrio de bacterias y la levadura vaginal, lo que puede desembocar en picores, hinchazon o irritación en la zona.
La mayoría de las ocasiones suele durar unos días, en los casos más severos, su duración puede extenderse hasta durante varias semanas.
Es importante que sepas que una infección vaginal no se considera una enfermedad de transmisión sexual, pero bien es cierto que el contacto sexual puede propiciar su aparición.
No obstante, una infección vaginal puede darse en diversas formas incluso cuando no se incurra en práctica sexual alguna.
Principales síntomas de una infección vaginal
Las infecciones vaginales tienen una sintomatología tan clara como variada. Algunos de estos síntomas son los siguientes:
- Picazón vaginal
- Hinchazón alrededor de la vagina
- Ardor al orinar o al sexo
- Dolor durante el sexo
- Dolor en cualquier momento
- Rojez
- Erupciones
Además de todo lo anterior, a las infecciones vaginales las suele acompañar una secreción grisácea y grumosa muy característica, que puede ser más espeso o más líquido dadas las circunstancias.
Aunque el hongo Candida es la manera más frecuente de contraer una infección vaginal puede tener como consecuencia una inflamación de la vagina en lo que se conoce como vaginitis. Si esto se produce al mismo tiempo una inflamación de la vulva entonces se llama vulvovaginitis.
1 de cada 3 mujeres sufrirán una infección vaginal a lo largo de su vida
Infección vaginal: ¿por qué a mi?
Cuando hablamos de bacterias pensamos en algo nocivo para nuestro cuerpo. Sin embargo, en el caso de las infecciones vaginales concrétamente, las bacterias son las encargadas de mantener un equilibrio en el interior de la vagina que una vez roto puede desencadenar en una infección de vagina.
Entre las causas más frecuentes donde se puede dar una infección vaginal son estas:
- Antibióticos
- Embarazo
- Diabetes
- Debilidad de tu sistema inmunitario
- Malos hábitos alimenticios
- Estrés
- Falta de sueño
¿Cómo confirmo que es realmente una infección de vagina?
Las infecciones vaginales tienen unos síntomas específicos que hacen muy sencilla su diagnosis por lo que su tratamiento tampoco es muy complicado.
Tan pronto consideres que efectivamente tienes una infección vaginal, acudir al doctor es el primer paso para acabar con ella lo antes posible.
El médico revisará tu historial médico y comprobará si has sufrido infecciones en el pasado. Debes recordar si has sufrido alguna infección de transmisión sexual en el pasado o si has sufrido recientemente algún cambio en tu vida que pudiera estar relacionado.
Quizá te realice un examen pélvico para comprobar el estado de tus paredes vaginales, del cuello del útero y del entorno a la zona para comprobar cualquier signo de infección.
En ocasiones, puede solicitar un análisis en el laboratorio para comprobar el estado de las células. No obstante, esto no suele pasar en la primera visita a no ser que se trate de un caso reincidente o que no ha sido totalmente tratado en el pasado.
Tratamiento contra la infección de vagina
El médico te pondrá un tratamiento específico para tu caso en concreto, ya que por lo general se aplica una solución con base en los síntomas que presente el paciente.
Infecciones sencillas
Este tipo de infección es muy fácil de tratar, y tan solo necesitarás un seguimiento de tu doctor para confirmar que todo va correctamente. Puede que te recete crema antifungicida, ungüentos, pastillas o supositorios.
Si durante dos meses vuelve a recurrir la infección, entonces necesitarás que el médico te ponga un nuevo tratamiento.
Infecciones severas
En los casos más severos, los tratamientos suelen incluir desde cremas, ungüentos, pastillas o supositorios vaginales y puede incluir medicación que prescribirá tu médico para el medio-largo plazo.
Si la zona se encuentra extremadamente enrojecida, hinchada y con picazón y aparecen llagas en su tejido vaginal es probable que tu infección sea severa.
Puede darse este caso si has tenido cinco o más infecciones en el último año, si has sufrido el hongo Candida, si estás embarazada o si tienes diabetes o VIH.
Si la infección es recurrente lo más recomendable es conocer si nuestra pareja también podría estar infectada.
Tratamientos naturales para las infecciones de vagina
También existen algunos remedios naturales que pueden ser de utilidad para tratar este tipo de infecciones.
El aceite de coco, la crema de aceite de árbol de té o el ajo son estupendos para combatir una infección de vagina.
Asegúrate de consultar con tu médico antes de aplicar un tratamiento alternativo, ya que podría interferir y hacer que tu medicación no funcionase como debería.
5 efectivos remedios naturales para tratar una infección vaginal
Muchas veces se suelen usar términos imprecisos para definir las infecciones vaginales (vaginitis), pero esto no es del todo exacto, ya que la vaginitis se refiere a una inflamación de la vagina como consecuencia de una infección en la zona. En cualquier caso, existen ciertos remedios naturales que pueden ayudarte a calmar el dolor y las molestias que este tipo de infecciones generan en aquellas personas que las padecen.
1. Vinagre de manzana
El remedio natural estrella número 1. El vinagre de sidra de manzana produce un aumento de la acidez vaginal, sin sufrir ninguna irritación, que servirá para disminuir el nivel alcalino gracias a su pH ácido.
2. Ajo
El ajo es un remedio por antonomasia dada sus variadas propiedades. Tratar una infección vaginal con ajo producirá una reducción de las bacterias atacantes. El procedimiento es sorprendentemente sencillo: tan solo machaca unos cuantos dientes de ajo y úntalo en la zona afectada durante unos minutos.
3. Aceite de árbol de té
Otro método sensacional donde tan solo necesitarás añadir unas cuantas gotas en un poco de agua tibia y lavar la zona para combatir con las bacterias perjudiciales.
4. Yogur
Los yogures están compuestos por multitud de bacterias que, en la mayoría de las ocasiones, benefician a nuestro organismo. Tan solo come un yogur habitualmente para ayudar a reducir tu infección o aplícalo diréctamente en tu vagina mediante el uso de un tampón empapado en yogur.
Aunque solo un médico podrá prescribirte un tratamiento efectivo, la realidad es que estas recomendaciones pueden serte de gran ayuda suplementaria para acabar de una vez por todas con esa dolorosa infección.