¿Has tenido relaciones sexuales sin protección y ahora notas un malestar extraño en tu cuerpo? ¿Crees que has podido ser el objetivo de alguna enfermedad venérea y quieres asegurarte de qué es lo que te pasa? ¿Te preocupa haber podido contraer una infección y quieres conocer cuáles son los siguientes pasos?
Una enfermedad venérea, también conocida como ETS (enfermedad de transmisión sexual), se contrae y se transmite mediante el contacto sexual.
Existen ciertos microorganismos que las causan al sobrevivir en la piel o en las membranas mucosas durante un tiempo, aunque también se puede contagiar mediante el semen, las secreciones vaginales o a través de la sangre y pueden dar lugar a complicaciones más graves, como la contracción de otras enfermedades venéreas o favorecer la aparición de infecciones vaginales.
¿Cuáles son las enfermedades venéreas más comunes?
Algunas de las enfermedades venéreas más populares y devastadoras de los últimos tiempos y que afectan a miles de personas a lo largo de todo el mundo son las siguientes:
Dado que las zonas genitales son húmedas y calientes, esto crea un entorno óptimo para que se desarrollen y proliferen bacterias, virus y hongos, por lo que existe un amplio número de enfermedades que se transmiten de este modo.
¿Cómo saber si tengo una enfermedad venérea?
Si mantienes relaciones sexuales, ya sean mediante contacto oral, anal o vaginal, debes saber que en cualquier momento podrías ser víctima de una enfermedad de transmisión sexual.
No importa tu orientación sexual ni tu estado civil. Todos somos vulnerables a este tipo de enfermedades.
Pensar o desear que tu pareja no tenga ninguna enfermedad no es protección real. Necesitas saberlo para asegurarte. Y aunque los preservativos son altamente efectivos para reducir el riesgo de algunas enfermedades venéreas, lo cierto es que no existe ningún método totalmente infalible.
Los síntomas de las enfermedades venéreas no siempre son evidentes, por lo que la mejor opción ante cualquier sospecha de estar infectados siempre es visitar a un médico cuanto antes.
Algunas enfermedades de transmisión sexual son fáciles y rápidas de tratar, pero existen otras que necesitan de un tratamiento más complejo y avanzado.
Si tienes sospechas de que has podido ser infectado por alguna de estas enfermedades, además de ponerlo en conocimiento de tu pareja, una idea excelente es acudir a tu centro médico para que te hagan un diagnóstico y que, en caso de confirmar una infección, un doctor pueda prescribirte el mejor tratamiento para ti.
Recuerda que una ETS sin tratar puede incrementar el riesgo de contraer otra ETS, como el VIH. Esto ocurre porque las enfermedades de transmisión sexual pueden estimular la respuesta inmune en la zona genital, lo cual aumenta las probabilidades de una nueva transmisión.
¿Cuáles son las enfermedades venéreas más populares?
Existe una gran variedad de ETSs que pueden afectar a todas las personas con diferentes signos, síntomas y tratamientos. En esta lista encontrarás información sobre cada enfermedad, así como una descripción de los síntomas, signos y tratamientos para las infecciones de transmisión sexual más comunes de nuestros días.
SIDA/VIH
A pesar de que es una enfermedad incurable, el tratamiento del SIDA se centra en mantener equilibrados los niveles de VIH.
La terapia se basa principalmente en un tratamiento de antivirales al que se conoce popularmente como «cóctel».
Existen grandes discrepancias respecto a cuándo es mejor comenzar el tratamiento. Algunos médicos consideran esencial tratar el virus cuanto antes a fin de minimizar sus efectos, aunque existen otros doctores que recomiendan esperar hasta el momento adecuado en el que los medicamentos tienen mayor probabilidad de ofrecer los resultados esperados. En cualquier caso, tan solo un médico podrá ayudarte a empezar el mejor tratamiento en caso de estar infectado por este virus.
Síntomas del VIH a corto plazo
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta
- Glándulas linfáticas inflamadas
- Cansancio
A medida que el virus sigue multiplicándose y destruyendo células inmunes, es posible experimentar infecciones o síntomas y signos crónicos tales como:
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Diarrea
- Pérdida de peso
- Fiebre
- Tos y dificultad para respirar
Síntomas del VIH a largo plazo
- Cansancio persistente e inexplicable
- Sudores nocturnos
- Escalofríos o fiebre durante varias semanas
- Diarrea crónica
- Dolor de cabeza persistente
- Infecciones inusuales
Clamidia y gonorrea
Estas enfermedades venéreas que se combaten con antibióticos.
El tratamiento para la clamidia y la gonorrea se debe comenzar inmediatamente después de detectar alguna de estas enfermedades incluso aunque el paciente no presente ningún síntoma.
En caso de confirmarse la enfermedad, también es importante comunicar sobre la situación a la persona o personas con las que se hayan o se estén mantenido relaciones sexuales a fin de que puedan comprobar su estado de salud y, en caso de estar infectados, también poder tratarse lo antes posible.
En ocasiones, la gonorrea se puede hacer resistente a ciertos antibióticos, por lo que quizá sea necesario probar diferentes tratamientos antes conseguir una recuperación completa.
Un tratamiento insatisfactorio puede tener consecuencias muy negativas, como daños permanentes en los órganos reproductivos o la incapacidad de tener hijos.
Síntomas de la clamidia
- Dolor al orinar
- Dolor en la zona baja del abdomen
- Secreción vaginal en mujeres
- Secreción en el pene de los hombres
- Dolor al mantener relaciones sexuales en mujeres
- Sangrado entre periodos en mujeres
- Dolor de testículos en hombre
Síntomas de la gonorrea
- Secreción espesa o sangrante del pene o de la vagina
- Dolor o quemazón al orinar
- Sangrado excesivo durante la menstruación o sangrado entre periodos
- Dolor e hinchazón de testículos
- Picazón anal
Sífilis
Para tratar la sífilis los médicos suelen utilizar penicilina.
Un tratamiento a tiempo ayuda a prevenir proliferación del sífilis en tu interior, que podría dañar otros órganos de tu cuerpo.
Normalmente, esta enfermedad suele presentarse en cuatro fases: primaria, secundaria, latente y terciaria. También existe una condición conocida como sífilis congénita, que tiene lugar cuando una mujer transmite la enfermedad al feto que gesta en su interior.
1. Sífilis primaria
- Ocurre entre 10 días y los 3 meses tras la exposición
- Pequeño úlcera en la parte del cuerpo donde se transmitió la enfermedad. Generalmente en genitales, recto, lengua o labios
2. Sífilis secundaria
- Erupciones rojas o marrones en cualquier parte del cuerpo, manos y pies incluidos
- Fiebre
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Fatiga y sensación de malestar generalizada
3. Sífilis latente
Se caracteriza porque algunas personas no presentan ningún síntoma a lo largo de esta fase. Es posible que no vuelvan jamás, pero también existe la posibilidad de que regresen, dando lugar a la fase terciaria de la enfermedad.
4. Sífilis terciaria
Sin tratamiento, las bacterias de sífilis se extienden y atacan gravemente los órganos internos, pudiendo desembocar en muerte años después de que se originase la infección.
Algunos signos y síntomas son:
- Falta de coordinación
- Entumecimiento
- Parálisis
- Ceguera
- Demencia
Neurosífilis
A este nivel, la sífilis empieza a atacar el sistema nervioso. Puede no producir síntoma o signo alguno, o puede causar:
- Dolor de cabeza
- Cambios de comportamiento
- Problemas de movimiento
Herpes genital
El virus permanece de por vida en el cuerpo de aquellos quienes sufran herpes genital alguna vez.
Tras su primera aparición, el herpes genital puede aparecer varias veces al año, aunque cada vez lo hará con menor intensidad.
Un médico te recomendará medicamentos antivirales que harán que la duración y la gravedad de su aparición se reduzca considerablemente.
También existe la terapia supresora, que consiste en un tratamiento donde el paciente toma medicinas diariamente con la intención de evitar un nuevo brote.
Síntomas del herpes genital
- Granos rojos y pequeños, en forma de ampollas (vesículas) o llagas abiertas (úlceras) en la zona genital, anal y proximidades
- Dolor o picor alrededor de la zona genital, nalgas y parte interna de los muslos
Verrugas genitales
Las verrugas genitales no cuentan con un tratamiento concreto, ya que la mayoría tienden a desaparecer por si solas al cabo del tiempo.
Sin embargo, aunque las verrugas desaparezcan, el virus permanece dentro del cuerpo, por lo que aún es posible su transmisión a otras personas mediante el acto sexual.
Existen diferentes técnicas para hacer frente a las verrugas, que van desde la congelación de las mismas, hasta a aplicar un medicamento en la zona afectada. En caso de que nada funcione, quizá sea necesario atravesar un proceso quirúrgico para eliminarlas.
Síntomas de las verrugas genitales
- Pequeños bultos de color carne o gris en el área genital
- Verrugas juntas con forma de coliflor
- Picor e incomodidad en la zona genital
- Relaciones sexuales con sangrado
Hepatitis B
El tratamiento ante la hepatitis B se centra en prevenir la expansión del virus que ataca principalmente al hígado de la persona afectada.
Existen diferentes medicamentos para combatir esta enfermedad, pero solamente un doctor podrá decirte exactamente qué es lo que necesitas.
En los casos más graves de hepatitis B donde el hígado queda gravemente dañado es necesario realizar un trasplante de este órgano.
Síntomas de la hepatitis B
- Cansancio
- Nauseas y vómitos
- Dolor o incomodidad abdominal, especialmente en la zona del hígado, justo debajo del pulmón derecho
- Pérdida del apetito
- Fiebre
- Orina oscura
- Dolor muscular o de articulaciones
- Hormigueo
- Piel y zona blanca de los ojos amarillentos
¿Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual?
Los preservativos pueden ser de gran ayuda para prevenir un gran número de ETSs, sin embargo debes ser consciente de que no se trata de un método 100 % efectivo.
En ocasiones, las enfermedades venéreas pueden afectar a zonas que el condón no puede cubrir durante la actividad sexual. La prevención se vuelve aún más difícil, ya que mucha gente no muestra signos o síntomas específicos que les haga pensar que hayan podido ser infectados.
La única manera de evitar la infección de una enfermedad de transmisión sexual se encuentra en la abstinencia sexual. De modo que, reduciendo el número de parejas y/o encuentros sexales también reducimos el riesgo a exponernos a infecciones.
Un diagnóstico a tiempo y un reconocimiento apropiado de las infecciones también resulta de gran utilidad para evitar la expansión o recaída ante futuras infecciones.