“Vive como si ya fueses lo que deseas ser”. – William Jones.
A todos nos ha pasado alguna vez en la vida que nos damos cuenta de que queremos ser mejores pero no sabemos bien cómo hacerlo. Mejorar cada uno de los ámbitos que abarca nuestra trayectoria vital, tanto a nivel personal como profesional, hace que nos propongamos dar lo mejor de nosotros mismos y superarnos día a día.
Nos pasamos la vida buscando la llave de la felicidad. La clave y la fórmula matemática para lograr el éxito en nuestra historia pero no logramos encontrarla por mucho que nos esforcemos.
Creemos que tener un mejor coche, una casa grande, formar una familia y tener mucho dinero nos van a permitir realizarnos como personas y vamos a ser lo que queremos ser. Sin embargo, cuando alcanzamos algunos de estos propósitos y seguimos sintiéndonos incompletos y queremos aspirar a más, ¿qué está sucediendo? ¿No era esto lo que ansiábamos con tanta necesidad?
Permítanme que sea tan explícita, pero NO.
La búsqueda constante de la mejora y del progreso personal no se halla fuera, sino dentro de nosotros mismos.
El primer paso para cambiar una situación es cambiar nosotros mismos, por eso es necesario el trabajo personal, a través de conocimiento de nosotros mismos, conocer nuestras fortalezas y debilidades y empezar a llevar a la práctica esas herramientas que poseemos para llevar a cabo una mejora de nosotros mismos.
A lo largo de la vida se nos brinda multitud de oportunidades que debemos detectar para ponernos a prueba y lograr cosas que podíamos creer imposibles de hacer.
Para alcanzar la mejor versión de nosotros mismos debemos empezar paso a paso teniendo presente una serie de aspectos que se mencionan a continuación.
13 pasos infalibles para ser una mejor persona
1. Agradece
«La gratitud es la memoria del corazón». – Lao Tse.
Deja de enfocarte en lo que no tienes y comienza a valorar lo que sí. Practicar el agradecimiento nos hace sentir mejor, aumentando el autoestima, desarrollando un carácter ligado a la satisfacción personal.
Varios estudios han demostrado que la práctica de dar las gracias esta relacionada con numerosos beneficios para la salud.
Generar emociones positivas tiene consecuencias directas en el cuerpo y la mente.
2. Practica la solidaridad
Deja de creer que eres el centro del universo y empezar a expandirte.
El ejercicio de dar sin esperar nada a cambio es esencial para poner en práctica una serie de valores con uno mismo y hacia el mundo. Los actos de bondad hacen que nos sintamos bien con nosotros mismos y que tengamos una mayor capacidad de recuperación psicológica y física. El altruismo permite resistir las adversidades que se presentan a lo largo de la vida.
Las personas solidarias no dudan en colaborar y brindar apoyar a todos aquellos individuos que se encuentran en situaciones desfavorecidas, lo que permiten distinguirse de una manera única.
3. Aliméntate
Tú eres el pilar principal en esta construcción, por lo que debes estar física y psicológicamente al 100%.
Controla tu alimentación incluyendo una dieta equilibrada que te aporte los nutrientes necesarios para tu cuerpo eliminando grasas y alimentos tóxicos que perjudican a tu salud. Apuesta por alimentos frescos, prueba nuevos sabores elaborando recetas sanas y deleitando tu paladar. Puede que te sorprendas de lo que puedes descubrir.
4. Haz ejercicio
El ejercicio es esencial para estar saludable y tener energía.
Practicar ejercicio de forma regular contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades. Mejora la resistencia y la forma física, aumenta la flexibilidad manteniendo los huesos fuertes, redúcela presión arterial y ayuda a mantener el peso corporal regulando los niveles de insulina en la sangre. Mejora la autoimagen, disminuye el estrés y la agresividad e incrementa el bienestar general.
Además puede practicarse en grupo lo que permite establecer relaciones con los demás incrementando el grado de socialización.
5. Practica el yoga
El yoga permite estar en sintonía con nosotros mismos y con el mundo conectando el cuerpo y lamente y enseñándonos a eliminar el ruido y los problemas mentales que nos atormentan. Aprendemos a abstraernos y estar en el presente generando sensaciones positivas que nos benefician y nos permiten estar en calma.
Esto también aumenta la flexibilidad ayudando a tener una postura correcta y evitando posibles problemas de espalda y dolores físicos.
6. Conoce tus creencias
Las creencias comienzan a formarse desde edades tempranas por la influencia de los padres y del entorno que nos rodea.
En algunas ocasiones nos permiten identificarnos, sin embargo en otras pueden llegar a perjudicarnos a nosotros mismos y a las personas de nuestro alrededor. Es importante ver la manera cómo pensamos, cómo actuamos ante una determinada situación y ver la causa de ello.
Comprender de dónde vienen tus ideas puede ayudarte a modificarlas y aceptar situaciones para aprender de ellas. Esto requiere un proceso de introspección, análisis y observación detallada para detectar los componentes esenciales de nuestra personalidad.
7. Descansa
Tu cuerpo programa su «reloj biológico» en función de las horas de sol del lugar en que vives.
Esto provoca que sientas sueño por la noche y a estar despierto durante el día.
Todo el mundo necesita dormir como mínimo 8 horas. El sueño ayuda a mantener la mente y el cuerpo sanos. Es importante que el sueño sea de una buena calidad y que tengas un horario uniforme para dormir, de modo que te sientas descansado cuando despiertes. El sueño repara el cuerpo y lo reinicia como un ordenador, al final del día recargándolo de energía para el día siguiente.
A veces, cuando no descansamos adecuadamente, nos levantamos sin ganas, con una gran falta de motivación y con la sensación de haber corrido una maratón. Dormir adecuadamente supone pensar con mayor claridad y tomar decisiones de forma segura, disminuir el estrés y mantener una actitud positiva, mantener reguladas las hormonas que controlan el apetito y a su vez el control del peso.
8. Fija tus metas
Visualízate a ti mismo dentro de un tiempo, observa cómo habla, cómo actúa, cómo viste, quien le rodea.
Procura ser específico y minucioso. Piensa ¿Qué quieres conseguir? ¿Para qué lo quieres conseguir? ¿Cómo podrías hacerlo? ¿Qué pasos tienes que dar? ¿Cuánto tiempo vas a tardar? ¿Qué necesitas para llevarlo a cabo?
Steve Jobs dijo en una ocasión que cada mañana se hacía a sí mismo la siguiente pregunta:
“Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?”.
Hazte esta pregunta todas las mañanas y comienza a realizar acciones hacia tu objetivo final.
9. Plan de actuación
Elabora una lista con los pasos que debes llevar a cabo con fecha de caducidad.
Empezar a realizarlas provocará un aumento de tu seguridad y de tu autoestima, ya que, en relidad, te estás comprometiendo contigo mismo.
Utiliza actuaciones positivas: cambia el debo por el quiero, estas simples estrategias te harán tomar un enfoque más positivo y más motivador para llevarlas a cabo.
10. Busca un modelo
Una persona que consideramos un ejemplo a seguir suele ser una fuente de inspiración en el proceso de cambio.
Coloca una imagen de esta persona en una habitación y mírala fijamente al despertare y al acostarte por la noche. Piensa en cómo actuaría, como pensaría, pídele consejos y piensa qué te respondería.
No es necesario que los modelos a seguir sean personas famosas o personas que cambien al mundo como Nelson Mandela o Mahatma Ghandi, simplemente deben ser personas que signifiquen a lo importante para ti y que admires. Incluso pueden ser historias relevantes que te emocionen y que te hagan brillar los ojos.
11. Qué has conseguido
Elabora una lista de logros que has realizado a lo largo de tu vida. Recuerda cómo te sentías, lo que te costó conseguirlo y en cuáles eran tus sentimientos al principio de lograrlas.
¿Creías que no ibas a poder? ¿Tenías miedo? ¿Pensabas que era imposible?
“Los únicos límites a nuestros logros del mañana son nuestras dudas de hoy”. – Franklin D. Roosevelt.
12. Disfruta
No cuentes los días, haz que los días cuenten viviendo en el presente, apreciando los pequeños momentos que nos hacen sentir vivos, un café por la mañana, llegar a casa después de un día agotador y tumbarse en el sillón, dormir escuchando la lluvia caer… Todos estos pequeños placeres que podemos disfrutar si somos capaces de valorarlos.
No te olvides de ti y de las cosas que te gustan, ve al cine, pinta un cuadro, escribe un libro, lee, sal con los amigos, haz planes en la naturaleza, cuida una mascota, sal a pasear, llama a tus amigos, date un masaje. Ten en cuenta que es igual de importante llevar a cabo tu trabajo como mimarte y cuidar de ti mismo.
13. Medita
La práctica de la meditación ayuda a dejarla mente en blanco y observar las situaciones que nos rodean desde un punto de vista objetivo.
Los hechos que suceden son fenómenos neutros y nosotros decidimos darles un significado positivo o negativo.
El mindfulness te ayudará a sentirte relajado y en sintonía con el mundo. Recuerda que si quieres ser mejor persona debes trabajar con tu mente despejando ideas que no sirven y quedándote con las que te ayudan a progresar.