¿Tú o alguien que conoces tiene un problema de adicción y quieres saber qué opciones tienes? ¿Cuándo se convierte la adicción en un problema y qué puedes hacer para solucionarlo? ¿Es posible detectar a un adicto y hay algo que nosotros podamos hacer por esa persona?
No siempre es fácil reconocerlo, pero el primer paso para superar cualquiera es asumir que tenemos un problema de adicción.
Las adicciones se definen como una afección que afecta a las funciones del cerebro relacionadas con las recompensas, la motivación y la memoria.
La pista más evidente de que estamos ante una adicción queda patente cuando el individuo desatiende otras áreas de su vida para cumplir sus deseos por consumir la sustancia o por adoptar algún hábito perjudicial del comportamiento.
Los signos más característicos de una adicción son:
- Falta de control, o la incapacidad para mantenerse alejado de la sustancia o comportamiento.
- Aislamiento. Reducción de las interacciones sociales, descuido de ciertos compromisos y abandono de las relaciones.
- Efectos físicos adversos, como el síndrome de abstinencia o aumento de la tolerancia, lo que provoca que se necesiten de dosis más altas para conseguir el mismo efecto.
Aunque los signos descritos arriba suelen ser los más frecuentes, el grado de intensidad de cada uno dependerá del tiempo que se padezca la adicción.
A diferencia de una persona sana, que puede ser capaz de eliminar conductas perjudiciales de su vida con mayor facilidad, una persona adicta simplemente negará que exista algún problema, y tratará de encontrar maneras de justificar dicho comportamiento.
¿Qué tipos de adicciones existen?
Cuando hablamos de adicción nos solemos referir al abuso de ciertas sustancias. No obstante, existen ciertas adicciones comportamentales, como la ludopatía, que también requieren de un tratamiento de adicciones muy exhaustivo.
Hablamos de adicción cuando alguien es incapaz de abstenerse de manera sistemática a adoptar cierto comportamiento o a consumir cierta sustancia, especialmente cuando es a costa de la salud física o mental.
Algunas de las sustancias que generan mayor dependencia y, por lo tanto, mayor adicción, son las siguientes:
- Nicotina o tabaco.
- Alcohol.
- Inhalantes, como productos de limpieza, pintura o aerosoles.
- Drogas legales o ilegales.
- Medicinas.
También hay estudios que defienden que las adicciones comportamentales pueden llegar a ser tan graves como la adicción a sustancias. Entre las adicciones comportamentales más comunes encontramos:
- El juego.
- El trabajo.
- El sexo.
- Las compras.
- Los videojuegos.
- Internet, redes sociales, etc.
Cualquiera de estas adicciones requiere de la identificación de las señales de alerta para buscar poder encontrar la ayuda que se necesite.
¿Como identificar las señales iniciales?
En las etapas más tempranas, una persona adicta es posible que no muestre signos reveladores de la adicción, pero entre las pistas más notables que puedes detectar se encuentran:
- Experimentación con sustancias o comportamientos.
- Antecedentes en la familia.
- Interés repentino por una sustancia o actividad. Atracción por situaciones donde la sustancia o comportamiento está presente.
- Excesivo control o ausencia total del mismo sin ningún tipo de remordimiento tras los episodios.
Cuando se trata de conductas sociales, como beber o fumar, es más difícil determinar si se trata de un problema de adicción. En ocasiones, lo que parece una adicción podría ser simplemente una fase experimental o una manera de gestión del estrés. Pero cuando una adicción se deja sin tratamiento, puede convertirse en un hábito de mayor riesgo o en una enfermedad grave.
¿Qué cambios en la personalidad provoca una adicción?
Tras la fase de experimentación, lo normal es que empiecen a ser patentes ciertos cambios en el comportamiento y la personalidad. Estos cambios pueden ser infrecuentes al principio, pero poco a poco se pueden desarrollar:
- Falta de interés en aficiones o actividades que solían ser importantes.
- Rechazo a las relaciones personales y evitación de los acercamientos sociales.
- Abandono de obligaciones como el trabajo.
- Toma de actitudes de riesgo, como la consecución de drogas o el mantenimiento de ciertos comportamientos.
- Ignorancia de las consecuencias negativas de sus datos.
- Modificación de los patrones del sueño que desembocan en una fatiga crónica.
- Incremento de los secretos, donde el individuo miente sobre la cantidad de sustancia utilizada o el tiempo dedicado a la adicción comportamental.
Estos cambios pueden ir surgiendo con el tiempo dado que la gente adicta tiende a rodearse con otros que refuerzan sus hábitos. Cuando surge alguna confrontación, lo habitual es que pongan excusas para justificar dicha conducta o comportamiento.
¿Qué cambios en la salud provoca una adicción?
Otra manera de identificar una adicción consiste en prestar atención a la salud física o mental del individuo. Tanto si es una adicción a drogas o comportamental, su salud casi siempre se verá afectada.
Algunos de los signos más notables que afectan a la salud son:
- Ojos irritados o vidriosos.
- Debilidad constante.
- Lesiones inexplicables.
- Pérdidas o ganancias repentinas de peso.
- Deterioro de piel, cabello, dientes y uñas (sobre todo con drogas como las metanfetaminas o la cocaína).
- Síntomas físicos ante la abstinencia: sudores, temblores, náuseas y vómitos.
- Pérdidas o problemas de la memoria.
- Cambio en la forma de hablar. Palabras arrastradas o divagaciones repentinas.
- Mayor tolerancia a la sustancia.
Los siguientes cambios también pueden ser signos de un problema de adicción:
- Cambios inesperados de humor.
- Comportamiento agresivo.
- Irritabilidad.
- Depresión.
- Apatía.
- Pensamientos suicidas.
Una vez queda descartada cualquier razón médica para la salud de alguien, hay que tener en cuenta si se está subestimando la gravedad de la adicción. Si no existe otra razón, quizá sea oportuno considerar la existencia de un problema de adicción subyacente.
Consecuencias a largo plazo de un problema de adicción
En etapas más avanzadas de una adicción, los efectos negativos pueden ser más permanentes o tener consecuencias a largo plazo. Una persona con un grave problema de adicción puede permitir, ignorar o trivalizar el resultado de continuar con dichos hábitos.
Entre las consecuencias potenciales encontramos:
- Contracción de enfermedades infecciosas (en especial, mediante el uso de agujas compartidas).
- Abandono de la escuela o reducción del rendimiento académico.
- Relaciones deterioradas con amigos y familiares.
- Pérdida de toda reputación.
- Arrestos o ingreso en prisión.
- Desalojos por pagos del hogar o facturas.
- Pérdida de trabajo.
- Pérdida de derechos, como la patria potestad.
Aunque lo anterior también puede suceder sin presencia de un problema de adicción, la realidad es que las probabilidades de que suceda cuando hay una adicción presente son muy altas.
Antes de considerar que alguien tiene un problema de adicción, es importante determinar si el problema es resultado de un incidente aislado o si se trata del desarrollo de una adicción.
¿Qué hacer si alguien tiene un problema de adicción?
La prioridad es acceder cuanto antes al tratamiento. Si tú o alguien que conoces tiene una adicción que le está generando problemas, puedes buscar un centro de adicciones donde ofrezcan respuestas de manera confidencial y provean tratamientos para ese tipo de problemas. También puedes consultar a tu médico, en un centro local de tratamiento o grupos de apoyo.
Las adicciones afectan a muchas áreas de la vida de una persona. Los tratamientos más efectivos suelen incluir varias fases que pueden variar de una persona a otra. Estos pasos pueden incluir desintoxicación, asesoramiento conductual y seguimiento a largo plazo.
Si quieres ayudar a algún familiar o amigo en su proceso de recuperación, entonces puedes:
- Leer más sobre la sustancia o del comportamiento de dependencia y su tratamiento.
- Mantener la involucración, acompañando a tu ser querido a lo largo de su tratamiento.
- Evita los juicios y las situaciones que activan su adicción.
- Habla y expresa tu preocupación cuando la persona recaiga.
Mientras que se trata de una adicción tratable, en la mayoría de las ocasiones, cuando el individuo quiere, la recuperación suele ser exitosa.