¿Quieres aprender a instalar un aire acondicionado para poder hacerlo tú? ¿Qué pasos debes seguir para conseguir que tu equipo de refrigeración funcione correctamente? ¿Es posible instalar una unidad de aire acondicionado sin recurrir a un profesional?
Si tienes experiencia con instalaciones eléctricas entonces instalar un aire acondicionado será muy fácil para ti. Aunque cada fabricante aporta unas instrucciones de instalación para sus aparatos, a continuación te traemos los pasos generales para que puedas instalar por ti tu propia unidad de aire acondicionado.
Instala la unidad interior
Elige el lugar óptimo para tu unidad de aire acondicionado
Los requisitos de este espacio para que tu aire acondicionado funcione correctamente deben ser los siguientes:
- Evita los lugares donde el sol incida directamente o donde puedan existir fuentes de calor. Tampoco instales la unidad en lugares donde pueda haber fugas de gas de aceite o de azufre.
- Asegúrate de dejar el espacio necesario alrededor del aparato de aire acondicionado. Es conveniente que exista un espacio de aproximadamente 20 centímetros por la parte de arriba y a los lados, y un mínimo de 2 metros desde el suelo.
- No ubiques tu dispositivo de aire acondicionado demasiado cerca de otras conexiones o sistemas, como antenas de televisión, sistemas de seguridad o teléfonos.
- Selecciona una pared gruesa y resistente que aguante el peso del aparato. En ocasiones, es recomendable utilizar un marco o estructura de metal para reforzar su soporte.
Empieza a montar la estructura en la pared
Simplemente debes instalar el panel sobre el que colocarás tu unidad de aire acondicionado. Los pasos para hacerlo bien son simples. Tan solo cerciórate de que se encuentra nivelado horizontalmente y realiza los agujeros pertinentes para fijarla a la pared. Una vez insertes los anclajes necesarios podrás fijar la placa a la pared con tornillos.
Haz un agujero en la pared para que el tubo del aire acondicionado pueda atravesar la pared
Es el momento de realizar el orificio que conecte tu unidad interior con el condensador que colocarás en la parte externa de la pared. Ten en cuenta la longitud del tubo y la distancia que existe entre la unidad interna y el condensador exterior.
La mayoría de las veces bastará con un agujero de unos 8 centímetros de diámetro. No olvides darle cierta orientación hacia abajo para que tu nuevo aire acondicionado pueda drenar correctamente.
Comprueba que todo está correcto
Revisa que todos los cables se encuentran bien conectados. Para esto puedes utilizar la documentación que acompaña a tu aparato.
Completa el resto de conexiones
Pasa el tubo a través del agujero en la pared manteniéndolo lo más recto posible. Después, une bien los tubos de cobre, los cables de alimentación y el tubo de drenaje. Para ello, puedes emplear cinta aislante. Lo más importante de este paso es que el agua pueda fluir con facilidad.
La tubería de drenaje se debe unir a la base de la unidad interior. Igualmente, es importante que se mantenga un flujo de agua libre.
Instala el condensador externo
Es indispensable que a la hora de elegir la ubicación del condensador lo hagas en una zona solitaria y lo menos polvorienta y caliente posible. Deja unos 40 cm de margen para que todo funcione como debe.
Coloca el soporte sobre el que se sostendrá el condensador. Dependiendo de las características arquitectónicas, puedes ubicarlo en la pared o en el suelo sobre una almohadilla.
En cualquier caso, tu prioridad aquí es reducir al máximo la vibración y mantener el aparato lejos de antenas de radio o televisión (al menos 4 metros de distancia).
Fíjalo todo bien y… ¡listo!
Acaba con los últimos detalles de tu instalación
Para que tu aire acondicionado funcione adecuadamente y dure mucho tiempo, lo primero que tienes que hacer es purgar el aire y la humedad del circuito. Para ello, quita las tapas de las válvulas y utiliza la manguera de la bomba de vacío.
Enciende el aparato y haz que alcance un vacío absoluto de 10 mm Hg. Tras eso, apaga y desconecta la unidad u reemplaza el puerto de servicio y las tapas.
Puedes asegurar las juntas del tubo con un poco de cinta aislante y abrazaderas. Para finalizar, sella el orificio con algo de espuma de poliuretano en expansión para evitar filtraciones.