¿Es la hipnosis real? ¿Es cierto que cualquiera puede hipnotizar y ser hipnotizado? ¿Cuáles son las claves para conseguir que alguien alcance un profundo estado de trance? ¿Cómo podemos usar el hipnotismo tanto para el beneficio de otros, como para el nuestro propio?
La hipnosis es la inducción a un estado de inconsciencia donde la persona aparentemente pierde su capacidad de acción voluntaria y es altamente proclive a seguir sugerencias e instrucciones.
Se suele utilizar en terapia y, por lo general, sirve para recuperar memorias perdidas o para modificar el comportamiento, aunque esto, aún a día de hoy, sigue siendo un tema controvertido.
La buena noticia es que hipnotizar es más fácil de lo que imaginas. Al fin y al cabo, toda hipnosis es auto-hipnosis y, a diferencia de lo que la cultura general nos quiere hacer creer, hipnosis no significa control mental o súper poderes.
Aunque en la red podemos encontrar multitud de fuentes de alta calidad con respecto a este tema, como Hipnosis Online, HipnoMedia, en este artículo repasaremos, paso por paso, qué debes hacer para conseguir hipnotizar a cualquier persona por primera vez.
Los hipnotistas guían al sujeto a un nivel extraordinario de relajación hasta que consiguen que su participante caiga en un estado de trance. El método de la relajación progresiva es una de las formas más efectivas de conseguir hipnotizar a cualquier persona incluso sin tener experiencia previa.
Preparando la sesión de hipnosis
Es complicado tratar de hipnotizar a alguien si esa persona no quiere o no cree en tu trabajo. La gente suele tener más prejuicios para ser hipnotizado, sobre todo, si eres un hipnotizador principiante, pero la hipnosis puede ser utilizada para tratar el insomnio o para superar la timidez.
Encuentra a alguien que desee ser hipnotizado
Si consigues a alguien que esté dispuesto a someterse a una sesión de hipnotismo contigo lo sabrás porque se mostrará paciente y tranquilo a la espera de los mejores resultados.
Lo mejor es evitar intentar hipnotizar a alguien con trastornos mentales reconocidos, ya que esto puede conllevar a situaciones impredecibles o, incluso, peligrosas.
Asegúrate de encontrar el lugar óptimo.
La hipnosis funciona mucho mejor cuando el participante se encuentra en un estado de seguridad y sin distracciones del asunto principal.
Emplea una luz tenue para la habitación y trata de evitar cualquier cosa que pueda hacer que os distraiga. Apagar los teléfonos móviles, cerrar las puertas y ventanas para evitar ruidos y evitar que haya otras personas son recomendaciones muy eficaces a tener en cuenta antes de hipnotizar a otra persona.
Informa sobre los pormenores.
El cine y la televisión han inculcado ideas inexactas sobre qué es exactamente la hipnosis.
Verdaderamente, con la hipnosis conseguimos una herramienta ideal para tratar de aportar claridad a las cuestiones y a los problemas que afectan al subsconciente de nuestro participante.
La hipnosis está presente en nuestra vida mucho más de lo que imaginamos, ya que, seguramente, incluso tú hayas caído en este estado mientras veías una película o cuando estabas escuchando música.
Deja claro lo siguiente:
- La persona hipnotizada jamás está dormida ni inconsciente.
- El hipnotista jamás podrá tomar control de tus decisiones.
- El participante jamás hará algo que no quiera.
Interésate por lo que quiere conseguir la persona hipnotizada
Se ha demostrado que la hipnosis es útil para reducir los pensamientos ansiosos e, incluso, tiene efectos beneficiosos sobre la fortaleza del sistema inmune.
Ayuda a mejorar la concentración y puede ser usado en momentos de estrés para conseguir un estad mayor de relajación. Pero solo conociendo las verdaderas motivaciones de la otra persona serás capaz de incurrirla en un verdadero estado de trance.
Comprueba si la persona ha sido hipnotizada con anterioridad
Si te responden afirmativamente te servirá para saber cómo lo hizo y qué clases de respuestas dio.
Esto te permitirá saber qué nivel de predisposición puedes esperar y te servirá para saber qué debes hacer y qué cosas es mejor evitar.
Normalmente, la gente que ha sido hipnotizada anteriormente es más fácil de hipnotizar otra vez.
Induciendo el estado de trance
No tengas prisa por comunicarte, ya que la hipnosis solo funcionará si mantienes un tono de voz adecuado.
Comunícate lentamente y en voz baja
Alarga las sílabas un poco más de lo normal e imagina que estás intentando calmar a alguien aterrorizado o a una persona que tiene una gran preocupación. Es importante mantener este tono durante toda la interacción.
Algunas formas de empezar son estas:
- «Déjate envolver por mis palabras y toma mis sugerencias como tus propios deseos.»
- «Todo va a ir bien ya que yo me voy a asegurar de ello. Aquí todo es seguro, está en calma y hay paz. Te vas a sentir tan relajado que será como si te hundieras en el sofá sobre el que te encuentras.»
- «Tus ojos empiezan a sentirse cada vez más pesados y con ganas de cerrarse. Deja que tu cuerpo se tranquilice y escuchando mi voz tus músculos también empiezan a relajarse cada vez más.»
- «Tú tienes el control de todo lo que pasa. Tan solo acepta las sugerencias que van a serte de beneficio y que realmente quieres aceptar.»
Pide que se concentre en su profunda respiración
La respiración es un punto crucial a la hora de hipnotizar a alguien. Por ello debes tratar que tu participante respire profundamente y de manera ordenada. Puedes ayudar ejemplificando cómo debe respirar.
Debes de tratar de ser lo más específico posible y respirar profundamente mientras le dices que haga lo propio, y que respire lentamente hasta que note llenos sus pulmones. Luego expirar hasta que salga todo el aire.
La razón por la que la respiración es tan importante durante una sesión de hipnotismo es que esto permite la llegada de oxígeno al cerebro y permite a la persona concentrarse en lo verdaderamente importante.
Pide que se fije en un punto
Suele ser muy útil pedir a la persona que elija cualquier objeto que se encuentre en su campo de visión y que descanse sus ojos sobre él. Si tu participante se siente lo suficientemente relajado, está bien que cierre los ojos. De vez en cuando, es importante prestar atención a sus ojos, ya que te ayudarán como guía.
Consigue que relaje cada parte de su cuerpo
Una vez has conseguido que se sienta en calma, que respire lentamente y que tu voz ha adoptado el tono adecuado, es el momento de relajar su cuerpo empezando por los pies. Tienes que conseguir que destense sus músculos uno a uno.
Proponte relajar a la persona un poco más
Ahora empieza el momento de dar instrucciones en forma de sugerencias. A pesar de todo lo qe tienes que decirle, lo importante es conseguir que se sienta tan relajado que su concentración se centre en cada inhalación y exhalación.
- «Tus párpados cada vez que pesan más. Pesan tanto que los vas a dejar caer.»
- «Permítete entrar en un profundo pacífico estado de calmado trance.»
- «Poco a poco, vas a ir sintiendo un estado de relajación cada vez mayor. Puede que sientas que tu peso va aumentado, y que la relajación va llegando poco a poco a ti. Y conforme siga hablando, esta sensación va a ir haciéndose más fuerte, hasta llevarte a un profundo y apacible estado de máxima relajación.»
Usa su respiración y su lenguaje corporal para entender su estado mental
Debes repetir tus sugerencias varias veces, como si fuese el estribillo de una canción, hasta que notes que tu participante se encuentra completamente relajado.
Fíjate en sus ojos y dedos para comprobar que no hay signos de tensión. También puedes comprobar su respiración para asegurar que se sigue sintiendo en calma y relax.
Haz que baje por la «escalera hipnótica»
Muchos hipnoterapeutas utilizan esta técnica para alcanzar un profundo estado de trance.
Pídele a tu participante que se imagine a si mismo en una acogedora habitación donde frente a él hay una escalera que baja. Por cada paso que dé, mayor será su estado de relajación. Guía a tu sujeto por esta escalera para conseguir que relaje tanto como sea posible.
Ayudando a la persona hipnotizada
Por lo normal, la gente suele recordar lo que ocurre durante la sesión de hipnosis, así que puede haber cosas con las que tu participante no se sienta cómodo.
Sé consciente de que pedir hacer a algo a alguien que está hipnotizado no solo no funciona, sino que es una violación de su confianza.
La hipnosis, a pesar de esto, también tiene múltiples usos terapéuticos más allá de los típicos shows que vemos en las películas o en la televisión.
Trata de que tu participante se relaje y que deje ir aquellos problemas que lo atormentan, en lugar de tratarlo como parte de un juego o broma.
Ten en cuenta que, incluso aquellas sugerencias hechas con la mejor intención posible, pueden tener consecuencias no deseadas si no sabes bien lo que estás haciendo.
La hipnosis ayuda a bajar los niveles de ansiedad
La hipnosis es práctica para reducir los niveles de estrés y ansiedad, sin importar lo que tú hagas. El simple hecho de alcanzar una relajación profunda, sin la pretensión de arreglar algo, es beneficioso para poner de manifiesto sus problemas y preocupaciones, y así analizarlas desde una perspectiva diferente.
Pídele que visualice las mejores soluciones a eso que el preocupa
Muchas veces es mejor pedirle a alguien que se sienta como si su problema ya estuviera resulto en lugar de pedirle que lo corrija. Así conocerás qué futuro prefiere y qué cambios está dispuesto a hacer para conseguirlo.
Recuerda que la hipnosis se puede utilizar para muchos tipos de afliciones mentales.
La hipnosis puede usarse para tratar fobias, adicciones, solucionar problemas de autoestima e, incluso, aliviar distintos tipos de dolor. Aunque tú no deberías tratar de curar a nadie, debes saber que la hipnosis para patologías es una extraordinaria herramienta para sanar a muchas personas.
Mientras que algunos hipnotizadores ayudan al sujeto visualizándolo a través de la recreación de un mundo sin la presencia de esas cuestiones que lo perturban, el proceso de sanación siempre es más sencillo si la persona quiere trabajar en esa cuestión antes de entrar en estado de trance.
No olvides que la hipnosis es únicamente una minúscula parte de cualquier tratamiento mental.
La clave del éxito de la hipnosis se encuentra en la relajación y en el momento de abordar correctamente la cuestión que inquieta a tu participante.
Tanto la profunda relajación como centrar la atención en su preocupación al mismo tiempo es lo que determina unos resultados u otros. No obstante, la hipnosis no hace milagros, por lo que si la persona se enfrenta a algo serio o crónico, lo mejor es recomendarle visitar un profesional certificado.
Finalizando la sesión de hipnotismo
No quieres romper de golpe su estado de relajación, por lo que necesitarás empezar a hacerlo consciente de su entorno poco a poco.
Ayuda a que salga del trance lentamente
Pídele que despierte y se haga consciente de todo cuando cuentes hasta cinco. Si crees que su estado de trance es muy elevado, quizá necesites hacerle subir las escaleras para que recupere su estado de consciencia habitual.
Interésate por su experiencia a fin de mejorar futuras sesiones de hipnosis
Ahora llega el momento de conocer qué ha sentido, así que puedes pedirle que te cuente cómo se siente ahora y cómo se ha sentido a lo largo de vuestra sesión de hipnosis. Esto te ayudará para hacerlo mejor la próxima vez y para conseguir que la experiencia de tu participante sea mejor.
No se trata de presionar para que te lo cuenten, sino de simplemente iniciar la conversación y esperar hasta que se sientan cómodos contándote como se han sentido.
Prepárate para las preguntas habituales
Siempre suele repetirse una serie de preguntas para las cuales es mejor tener preparadas una serie de respuestas. Esto hará que te sientas con mayor seguridad y confianza y podrás responder sin titubear.