¿Te interesa practicar algún deporte en concreto y quieres conocer las claves para evitar lesionarte? ¿Te has lesionado y quieres saber lo que hay que hacer para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro? ¿Cuáles son los pasos que hay que seguir para seguir un programa deportivo efectivo sin riesgo a dañar tu cuerpo?
Las lesiones deportivas pueden afectar tanto a jóvenes como adultos y son casi imposibles de evitar.
Sin embargo, teniendo en cuenta algunas cosas podemos tener la seguridad de que estamos haciendo todo lo posible por prevenir cualquier lesión, al mismo tiempo que reducimos el riesgo de que las cosas se compliquen a largo plazo.
¿Qué tipos de lesiones existen?
Las lesiones deportivas se pueden categorizar en dos grandes grupos muy bien diferenciados. Los tipos de lesiones deportivas más comunes son dos: agudas o por sobrecarga.
- Agudas. Este tipo de lesiones suelen ser resultado de un solo suceso, en el que se pueden incluir desde la fracturas, esguinces o dislocaciones.
- Las lesiones por sobrecarga. por su lado, son más difíciles de diagnosticar, así como de tratar. Son sutiles y sus efectos aparecen a lo largo del tiempo, afectando a tendones, huesos y articulaciones.
¿Por qué surgen las lesiones?
Existen varias causas por las que una lesión podría tener lugar. Desde un mal entrenamiento, una técnica inadecuada, un equipo poco apropiado o, simplemente, por cuestiones biomecánicas o anatómicas del individuo.
¿Cómo saber si tengo una lesión?
La mayoría de las personas sienten dolor, pero si quieres más pistas que te ayuden a descubrir si de verdad se trata de una lesión, entonces fíjate en los siguiente síntomas:
- Evitas apoyar peso en cierta parte del cuerpo o favoreces el apoyo en la parte que no está lesionada.
- Sientes dolor al usar una parte determinada del cuerpo.
- Rigidez en articulaciones o músculos.
- Han empezado problemas para respirar.
- Sentimiento permanente de debilidad.
- Tienes problemas para dormir.
- Pérdida de sensibilidad en dedos de pies y manos.
- Piel irritada o sensible.
- Dificultad para sentarse o subir escaleras.
- Sientes dolor de cabeza durante o tras la actividad deportiva.
Si durante la práctica de ejercicio sientes un dolor agudo, como punzadas, lo mejor es que detengas el entrenamiento inmediatamente. Continuar a pesar del dolor puede empeorar la lesión y, probablemente, requieras de un mayor tiempo de recuperación.
Si te preocupa que tu lesión sea grave, lo mejor es hablar con un médico para recibir un diagnóstico fiable. Recuerda que cuanto antes se diagnostique la lesión, antes podrás volver a practicar deporte.
¿Cómo prevenir las lesiones deportivas?
El 90 % de las lesiones deportivas se producen por desconocimiento de las propias limitaciones físicas.
No importa si llevas años practicándolo o si estás pensando en empezar a hacer ejercicio por primera vez. Una lesión deportiva es algo que le puede suceder a cualquiera.
Por suerte, ahora puedes descubrir lo que tienes que hacer para poder evitarlas.
Fórmate para aplicar las técnicas y entrenamientos adecuados
A día de hoy podemos encontrar coaches o entrenadores personales que te pueden a ayudar a conocer y aplicar las técnicas correctas, así como a evitar posibles lesiones.
Lo más importante de todo es que escuches estas instrucciones, dado que la mayoría de las lesiones por sobrecarga se deben a una técnica inexacta o entrenamiento inadecuado.
Antes de empezar cualquier programa de actividades deportivas es importante que consultes con un profesional, para asegurarte de que ese entrenamiento es compatible con tu condición, y que no causará problemas crónicos o recurrentes. Un especialista tiene en cuenta tu estado de partida, y diferencia minuciosamente aquellos aspectos que te podrían beneficiar de los que podrían causarte daño.
Prepárate físicamente
Mediante un examen físico podremos detectar, prevenir tratar cualquier posible lesión. De ese modo conocerás tu estado actual con mucha más exactitud; lo que te permitirá hacer una estrategia para alcanzar tus objetivos deportivos desde tu punto exacto de partida, además de prevenir que te hagas algún tipo de daño a lo largo del proceso.
Calienta correctamente antes de iniciar la actividad
El calentamiento es esencial para que nuestro ritmo cardíaco se incremente gradualmente desde el nivel de reposo. Para evitar lesiones no hay nada como hacer estiramientos de tus músculos y descargar la tensión antes de iniciar la actividad deportiva.
Se trata de un proceso de baja intensidad con el que preparar nuestro cuerpo para la verdadera actividad.
Equípate con todo lo necesario
Es importante que cuentes con un equipo deportivo que se encuentre en correctas condiciones. El equipamiento puede ser de gran utilidad para prevenir lesiones deportivas.
Bebe suficiente agua
Aunque es frecuente olvidarse, la hidratación es un paso esencial para que el cuerpo pueda funcionar correctamente.
Si mantienes un buen nivel de hidratación estarás contribuyendo a que tus músculos trabajen adecuadamente sin sorpresas desagradables. Tomar un o más tragos de agua cada media hora puede ser útil dependiendo de tu nivel de actividad y temperatura.
Asegúrate de enfriar al terminar el entrenamiento
Con el enfriamiento conseguimos devolver nuestro ritmo cardíaco a su nivel de reposo. Al igual que durante el calentamiento, los estiramientos juegan un papel fundamental en esta parte.
Incrementa la intensidad de tus entrenamientos poco a poco
Cuando quieras pasar al siguiente nivel, es recomendable que recuerdes la regla del 10 %: se basa en aumentar los aspectos (pesos, duración, intensidad, etc.) un 10 % a la semana. Esto permite que tu cuerpo se adapte, sin riesgo a descansar inadecuadamente.
No olvides el descanso
Es evidente que aquellos atletas que practican deporte con mayor frecuencia, son más proclives a padecer algún tipo de lesión.
Es importante tomarse sesiones de descanso, para reposar y recuperarse. También puedes probar diferentes actividades deportivas, que involucren otras zonas y hagan trabajar a las distintas partes de tu cuerpo.