“He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito”. Michael Jordan
¿Estás cansado de esas resacas que te hacen perder días? ¿Te aburre siempre el mismo plan de beber cuando sales con gente? ¿Estás decidido a cambiar tu ritmo de vida y probar cosas nuevas sin necesidad de alcohol?
Si estás leyendo esta página significa que quieres dejar de beber alcohol. Esta es una buena noticia, pero la no tan buena es que dejar de beber es difícil. El alcohol es una de las sustancias más adictivas junto con la cocaína y el tabaco, por lo que superar una adicción a esta sustancia suele requerir gran esfuerzo y una gran fuerza de voluntad.
El problema del alcohol es que es una droga legal muy común entre la sociedad. A quién no le han ofrecido alguna bebida alcohólica durante una celebración o una reunión. Cuando brindamos o festejamos algo habitualmente siempre se hace con alcohol, por ello cuando tomamos la decisión de dejarlo surgen muchas dificultades, ya que está al alcance de cualquier persona. Además de esto, es muy frecuente que amigos o familiares tiendan a ofrecernos este tipo de bebida, por lo que abandonar este hábito supone tener un fuerte autocontrol para saber decir no.
Según la Organización Mundial de la Salud alrededor del 40 y el 60% de las muertes por lesiones producidas en Europa están relacionadas con el consumo de alcohol. Los jóvenes que beben son 7,5 veces más propensos a utilizar otras drogas ilegales y cincuenta veces más propensos a utilizar cocaína que los que nunca beben. En Europa, el alcohol contribuye a casi uno de cada diez casos de enfermedad y muerte prematura cada año. De acuerdo con este estudio más de 23 millones de personas son alcohólicas en la Unión Europea.
¿Cómo afecta el alcohol a tu organismo?
El alcohol actúa en todas las estructuras cerebrales, como la formación reticular, la médula espinal, la corteza cerebral y el cerebelo, afectando a muchos neurotransmisores. Deprime el sistema nervioso central, ralentiza las funciones del cerebro y afecta a la capacidad de autocontrol, por lo que puede confundirse con un estimulante.
El alcohol ingerido se absorbe en el aparato digestivo, desde donde pasa al torrente sanguíneo. Minutos después de haber bebido, pueden aparecer una serie de efectos cuya manifestación varía en función de la cantidad que se haya bebido y las características de la persona. Afecta de forma diferente a hombres y mujeres dependiendo del nivel de grasa corporal.
Inicialmente produce sensaciones de relajación y alegría, sin embargo el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas de coordinación.
Poco tiempo después afecta el sistema nervioso originándose la pérdida en la capacidad de coordinar los movimientos produciendo el desequilibrio y a veces caídas. También se manifiesta en el lenguaje provocando la dificultad de pronunciar determinados sonidos debido a que actúa en el área del lenguaje localizada en el cerebro. Se produce una disminución del nivel de conciencia y del tono muscular.
7 consejos reales para dejar el alcohol definitivamente
Si tienes adicción al alcohol y frenas repentinamente el consumo, puede presentar lo que se conoce como síndrome de abstinencia.
El síndrome de abstinencia es el conjunto de todos esos síntomas físicos y psicológicos que nos produce el hecho de no consumir la sustancia a la que se somos adictos.
Entre los síntomas más comunes del síndrome de abstinencia podemos encontrar:
- Ataques
- Ansiedad, agitación
- Irritabilidad e impulsividad.
- Alteraciones táctiles
- Sudoración extrema y piel fría
- Deshidratación
- Temblores
- Delirium tremens
- Signos vitales elevados
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Alteraciones visuales
- Dolor de cabeza
- Alteraciones auditivas
- Náuseas y vómitos
- Disminución de las sensaciones
- Necesidad de consumo
A continuación os dejamos una serie de pasos para dejar el alcohol definitivamente.
1. Fuera tentaciones
Elimina todas las botellas, latas y todo lo relacionado con el alcohol. Evita peligros innecesarios y despreocúpate si tienes visita en casa, siempre puedes optar por servir otro tipo de bebidas más saludables como café, té o refrescos.
2. Consulta a tu médico
No tienes dejar de beber tu solo. Este es un proceso difícil con una carga pesada, pero no olvides que hay muchas personas para ayudarte, concretamente profesionales especializados en estos tratamientos. Debes tener en cuenta que la abstinencia del alcohol puede ser especialmente peligrosa, por ello si comienzas a experimentar síntomas graves de abstinencia (ataques de pánico, ansiedad intensa, temblores, latidos rápidos del corazón), debes buscar asistencia médica inmediata.
3. No te dejes llevar por los demás
Es muy típico que amigos o compañeros te inciten a beber, de hecho es probable que te intenten invitar. Es posible que necesites dejar de ver algunos de tus viejos compañeros de borracheras y bares aunque sea de forma temporal hasta que te sientas fuerte para hacer frente a este tipo de situaciones. No te sientas mal por decir no. Recuerda que lo primero es cuidarte a ti mismo.
4. No abandones
Es posible que puedas tener alguna recaída pero no pasa nada. Lo importante es levantarse y continuar. Nunca es demasiado tarde para intentarlo de nuevo y depende solamente de ti.
5. Técnica de sustituir
Cuando pienses en beber o tengas la necesidad de dar un trago, inmediatamente camia de acción. Tener la mente ocupada es esencial para alcanzar tu objetivo, sal a correr, ponte a leer, pinta, limpia la casa, ordena armarios, haz un sudoku, lo que sea que te mantenga distraído. Llevar otras acciones a cabo reenfoca tus pensamientos y te ayuda en tu perseverancia.
6. Motivos
Haz una lista de los motivos que te llevaron a tomar la decisión de abandonar el alcohol. Si lo decidiste fue porque necesitabas un cambio en tu vida. Se fiel a ti mismo y ten siempre esta lista a mano para cuando necesites recordar tu meta. A veces necesitamos echar un vistazo al pasado para saber cómo actuar en el presente.
7. Inspírate
Mira personas que admires por su esfuerzo y su fuerza de voluntad. Visualiza videos motivacionales que te incentiven a lograr tu propósito. Nadie dijo que fuera fácil.