¿Pensando en aprender a gestionar tus finanzas personales pero no sabes por dónde empezar? ¿Por qué es tan importante ponerse manos a la obra cuanto antes para aprenderlo todo sobre finanzas? ¿Cuáles son los mejores trucos y las recomendaciones más efectivas para administrar eficientemente tus finanzas?
Invertir en bolsa de valores, matemáticas financieras, valoración de empresas, grandes inversiones, contabilidad financiera, finanzas corporativas… Aunque puedes aprender todo sobre educación financiera, la realidad es que comenzar a aprender finanzas y educarse financieramente puede ser abrumador, sobre todo si nunca antes has tenido contacto con este asunto. Puede ser duro al principio entender cómo gestionar tu dinero, cómo organizar el pago de deudas y dónde y cómo realizar las inversiones más rentables.
Pero, con estos sencillos pasos, podrás hacerlo todo sin ninguna dificultad, a la vez que reservas parte de tus activos para tus emergencias y jubilación, asegurando siempre todo tus esfuerzos. ¿Te has preparado ya para aprenderlo todo sobre finanzas personales y sobre cómo ser alguien más determinado a la hora de tomar nuevas decisiones cuando se trata de ello?
Empieza por crear tus propios presupuestos
El primer paso es recopilar toda la información y declaraciones financieras para crear un presupuesto, pues este es uno de los aspectos prioritarios de las finanzas personales. Con un presupuesto realista puedes planificar cómo utilizar el dinero que recibes mes a mes e ilustra tus patrones de gasto.
Trata de reunir toda la información posible, desde recibos del banco, suscripciones, facturas, estados de tus inversiones y toda otra información que puedas utilizar.
Piensa en este ejercicio como una manera de calcular cuánto ingresas en un mes y cuánto gastas en el mismo periodo, por lo que cuantos más detalles aportes, mayor precisión tendrá tu presupuesto.
Una vez tengas toda esta información, el siguiente paso es diferenciar cada fuente de ingreso. Registra la cantidad de ingresos que percibes cada mes, asegurándote de que incluyes cualquier trabajo secundario que realices.
Si detectas variaciones, la recomendación es calcular tus ingresos medios de la última mitad de año.
Anotando tus gastos mensuales variables, también te permite conocer los gastos de los que puedes prescindir mes a mes. Normalmente no son gastos realmente necesarios, por lo que puedes realizar ajustes que te permiten optimizarlos: comestibles, combustibles, suscripciones y ocio suelen ser los gastos variables más comunes.
Cuando calcules todos tus ingresos y gastos (tanto fijos como variables), lo siguiente es sumar cada categoría. Recuerda que el objetivo final es que los ingresos sean mayores que los gastos para poder decidir dónde invertir ese excedente. En cambio, si tus gastos superan a los ingresos, entonces deberás ajustar tu presupuesto para reducir los gastos o aumentar los ingresos.
¿Cómo gestionar todo esto? Muy fácil. Si tu presupuesto te dice que estás ganando menos de lo que gastas, quizá necesites revisar tus gastos variables para encontrar formas de reducirlos. Por ejemplo, si sales de fiesta cuatro veces al mes, es posible reducirlo a dos noches al mes. De esta forma, liberarás dinero para destinar a gastos esenciales, como facturas de luz o internet.
También es posible que estés pagando una tarifa mensual que no necesitas, como cargos por pagos atrasados. Trata de solucionar esto cuanto antes para mantener un poco de amortiguación en tu cuenta bancaria.
Otra manera de optimizar: trabaja para ganar más en lugar de para gastar menos. Las horas extra, el pluriempleo o cualquier otro trabajo adicional puede ayudarte a la cantidad de dinero que percibes mensualmente.
A finales de mes, tendrás que dedicar algo de tiempo a revisar el gasto del último mes. ¿El presupuesto estuvo ajustado? Si no es así, ¿qué fue lo que pasó? Detectar dónde estás excediéndote en tu presupuesto es útil para entender qué tipo de gastos necesitas prestar más atención. Aunque también sirve para motivarse al comprobar la cantidad de dinero que lograste ahorrar al reducir los días que dedicas al ocio nocturno.
Utiliza las mejores estrategias para pagar deudas
Asúmelo cuanto antes: es posible que aunque sigas un presupuesto estricto no puedas evitar totalmente tus dudas. Compras de alta implicación, como un coche, la Universidad o una casa, hacen necesario que tengas que recurrir a préstamos. Además, con las tarjetas de crédito es posible que te hagan acumular deudas casi sin que te des cuenta.
Uno de los conceptos básicos de las finanzas personales es entender que debes aprender cómo hacerte cargo de cualquier deuda lo antes posible.
Para lograrlo tan solo tienes que ser capaz de pagar más del mínimo lo antes posible. Por ejemplo, si tienes un préstamo para tu coche de 150 € al mes, pagar incluso 200 € al mes puede ayudarte a cancelarlo antes, así como reducir la cantidad a pagar en cargos financieros a lo largo del tiempo. Tenlo claro: cuánto más puedas paga por encima del mínimo, mejor.
Transferir los saldos de tu tarjetas de crédito con tasas porcentuales anuales elevadas a una tarjeta con una tasa más baja o nula conseguirás que tu pago completo se aplique a tu saldo y no a los intereses.
Es importante leer la letra pequeña antes de transferir un saldo. Asegúrate de que comprendes los términos del nuevo acuerdo y busca la mejor opción antes de realizar la transferencia de saldo.
Por otro lado, si tienes varias tarjetas de crédito, suele ser recomendable comparar la cantidad de deuda que tienes con cada una.
Utilizar los fondos en exceso para pagar las deudas suele ser una idea brillante. Una vez te veas capaz de seguir tu presupuesto mensual, puede dedicar los fondos adicionales de final de mes para pagar tu deuda. Es tentador usar ese dinero para disfrutar de una cena elegante o una televisión nueva, pero recuerda tus objetivos a largo plazo antes de hacer esto. A largo plazo, pagar una deuda es mejor que darte un tratamiento de belleza innecesario.
Si tienes varias cuentas de tarjeta de crédito, préstamos, hipotecas, estás pagando un coche o tienes una combinación de cualquiera de estas deudas, consolidarlas en un solo pago es una manera de simplificar su pago. Generalmente, cuando se hace, se obtiene un préstamo de consolidación de deuda que suelen tener una tasa de interés más baja y requiere de pagos mensuales más bajos.
La refinanciación es otra posibilidad si tu situación ha mejorado desde que contrajiste tu deuda. Es similar a la consolidación de deuda en que también consolida tus deudas y te permite realizar pagos mensuales más bajos. También puede ayudarte a acortar el plazo de tu préstamo para terminar de pagar tus deudas lo antes posible y, según tu situación, puede optar a una tasa de interés menor.
Ahorra para lo esencial
Mucha gente subestima el potencial de comprometerse a depositar dinero mensualmente en su cuenta de ahorros, pero es crucial para conseguir una cantidad suficiente de dinero para emergencias y para tu futuro. Si es posible, configura pagos automáticos a tu cuenta de ahorro a cada mes. Por ejemplo, puedes transferir automáticamente 50 € a tu cuenta de ahorro una vez al mes, aunque lo recomendable es destinar mensualmente del 10 al 20 % de los ingresos a ahorros.
Los planes de ahorro para la jubilación te permiten empezar a ahorrar lo antes posible como para poder vivir cómodamente cuando dejes de trabajar. La cantidad necesaria dependerá de distintos factores, como el momento en el que vas a empezar ahorrar, con cuánto comienzas y si recibirás algún tipo de contribución adicional.
Además de los ahorros para la jubilación, también es básico ahorrar para emergencias o imprevistos, como la pérdida de empleo, la reparación de tu coche o un gasto médico inesperado. Esta cuenta de ahorros puede ser tu fondo de emergencia. Lo recomendable es disponer de ahorros suficientes para cubrir unos 45 días de manutención de cada persona que reclame como dependiente. Por ejemplo, si estás casado y tienes dos hijos, deberías tener suficiente para cubrir seis meses de gastos de manutención.
Aprende a invertir como principiante
Descubrir dónde invertir tu dinero es una de las partes más confusas de los conceptos básicos de finanzas personales. Principalmente, dispones de una amplia variedad de acciones, bonos y tesorerías, pero ¿cuáles?
Si optas por un enfoque práctico a la hora de invertir, la clave se encuentra en la diversificación, ya que te ayudará a reducir el riesgo.
Diversificar significa elegir una variedad donde invertir, asegurándose de que las inversiones se distribuyan en diferentes compañías e industrias.
De este modo, si una empresa o sector sufre algún tipo de recesión, tan solo perderás una parte y no el todo.
Por qué es tan importante asegurar tus inversiones
Un seguro que protege tu casa es uno de los mejores activos que puedes obtener. El seguro del hogar es especialmente recomendable para aquellas personas que tengan una hipoteca. Se trata de un tipo de seguro que te evitará pagar de tu bolsillo cualquier tipo de reparación importante e imprevista en tu hogar.
Si estás de alquiler, es igual de valioso apostar por un seguro de inquilino. Todas tus pertenencias pueden sumar una importante cantidad, por lo que obtener uno de estos seguros te ayudará a estar protegido en caso de robo, incendio, inundación o cualquier otro tipo de desastre.
Los seguros de vida, por su parte, son básicos si estás casado o tienes hijos. El seguro de vida garantiza que todos -o una parte de- tus ingresos se complementen en caso de fallecimiento. Si quieres evitar que tu familia afronte duras situaciones financieras, puedes optar por uno de estos seguros.
Un seguro de salud también te pueden ayudar a pagar el coste de los tratamientos médicos y pueden ser útiles en caso de que pierdas el trabajo si sufres una lesión grave.
Contacta con un planificador profesional
Algo que puedes hacer para mejorar tus finanzas personales es empezar a trabajar en ellas cuanto antes. Aunque sientas que tienes mucho tiempo para ahorrar hasta tu jubilación, puedes perder mucho dinero en intereses si esperas demasiado. La planificación financiera debe ser una parte básica de tu vida que debes empezar lo antes posible.
Si planeas tu futuro en compañía, incluir a tu pareja en la planificación suele ser un buen paso para empezar. Habla con ella e inclúyela en el proceso para que os sintonicéis en cuanto a hábitos de ahorro que te permiten desarrollar un plan efectivo.
Ten en cuenta que si te enfrentas a situaciones financieras peliagudas, es importante planificar opciones alternativas que eviten que estas afecten a tu seguridad financiera.
Mucha gente tiene la creencia de que ahorrar para la jubilación es una carrera para alcanzar cierta cantidad de ahorros antes de la fecha de jubilación. No obstante: esto tiene sus matices.
Piensa en todo lo que tendrás que pagar: vivienda, atención médica, cuidado de personas mayores, ocio, transporte, etc y haz lo mejor que puedas para estimar el coste de todo esto y cómo lo afrontarás.