¿Cómo hacer que las brocas vuelvan a perforar correctamente? ¿Qué materiales son necesarios para afilar una broca? ¿Cuáles son las precauciones básicas que debemos tomar a la hora de restaurar nuestras brocas?
Las brocas afiladas son eficaces y útiles. Una broca mal afilada se puede romper y causar graves daños.
Aprende ahora cómo afilar tus brocas para realizar perforaciones seguras en poco tiempo…
Comprende tu broca
Las brocas tienen un buen puñado de características que es importante hacer notar. Rápidamente podemos destacar tres características esenciales en una broca: labio cortante, superficie de afilado y guía.
El «labio» es la parte que se encarga del corte. Una broca suele tener dos labios en forma de hélice, que deben ser simétricos si se busca un corte uniforme durante la perforación.
La superficie es lo que sigue al borde y se encarga de reforzar la tarea de perforación. Mientras que la guía se observa cuando ambos lados de la broca son cruzados.
Entiende por qué es importante afilar tus brocas
Las brocas suelen astillarse debido a la fuerzas ejercidas durante el proceso de perforación. Las brocas necesitan la forma de curva para añadir soporte al labio.
Las brocas deslucidas se deben a la aparición de problemas en el material que debe ser refinado para funcionar correctamente. O bien porque el labio está doblado y necesita ser afilado para que la operación de perforado se ejecute bien.
Prepara la broca
Lima la superficie para eliminar cualquier elemento que pueda haber surgido sobre la superficie de la boca. De esta manera, evitas que algún residuo del material corte tu piel durante el proceso.
Elige tu herramienta para afilar brocas
Un afilador de brocas o una lijadora pueden ser de utilidad para afilar brocas. Simplemente necesitas asegurarte de que tomar las protecciones necesarias para que el afilado se convierta en una operación rápida y eficaz.
Practica el apoyo la broca
Puedes empezar desde una posición cómoda con la mano y apoyar la broca con ambas manos sobre la máquina. Mantén un ángulo de 60 grados con respecto a la cara de la lijadora. Mueve la broca a través de la correa hasta la posición final. Utiliza tu mano dominante como guía para la broca y usa la otra para mover la broca.
Pule el labio
Pule la superficie levantando la mano no dominante al mismo tiempo que aplicas presión al dispositivo de afilado.
Dale forma a la superficie
Al realizar un movimiento de izquierda a derecha también debes crear el ángulo de la superficie. Practica varias veces hasta que el ángulo sea de 45 grados.
Dale forma a la guía
Crearás una guía redondeada que brinde mayor soporte al labio al girar o hacer rodar la broca en sentido opuesto a la agujas del reloj.
Corta, dale forma y rota
Con estos tres movimientos durante el afilado puedes darle un corte perfecto en la cara del taladro.
Tendrás que repetir este paso unas cuantas veces e ir girando la broca 180 grados para afilar el ambos labios.
¡Ojo! Este proceso hace que la cara de la broca se ponga muy caliente. Asegúrate de tener un vaso con agua fría junto a tu puesto de trabajo para sumergir la punta de la broca y enfriarla. Ten cuidado de evitar calentar demasiado la broca, ya que puede que el la integridad del acero se esté debilitando. Es importante mantener la broca fría.
Repite
Puede que necesites un tiempo hasta que ambos labios de la broca sean perfectamente simétricos. Solo necesitas tener paciencia. Persiste.
Si has practicado un poco y has podido rodar y moldear correctamente la superficie y guía de la broca, ¡es el momento de perforar! Si la perforación sigue siendo difícil, asegúrate de que ambos labios sean simétricos en la línea central de la broca. Si observas que salen virutas a ambos lados de la broca, ¡adelante!