¿Pensando en invertir por primera vez? ¿Qué es la inversión y cómo puedes realizarla tú sin complicaciones? ¿Cuáles son los pasos exactos para invertir y construir una valiosa cartera de activos?
¡Aprender sobre inversiones puede ser muy sencillo!
Resumidamente, el proceso solo consiste en poner dinero a trabajar para ti, lo que significa que no tendrás que tener un segundo trabajo, ni necesitarás trabajar horas extra para aumentar tus ingresos potenciales.
Se puede invertir por varias razones: ahorrar para la jubilación, comprar una nueva vivienda o incluso para financiar la educación de tus hijos.
¿Cómo invertir? Puedes hacerlo con acciones, bonos, fondos comunes o bienes raíces. ¿Lo mejor? ¡No siempre se requiere de una gran cantidad de dinero para empezar!
Pon tus finanzas en orden
Examinar tus finanzas antes de invertir es como vestirse antes de salir a la calle… ¡básico!
Además del coste de vida, tu capacidad para invertir puede verse afectada por los pagos a saldos pendientes de tarjetas de crédito y los préstamos.
La buena noticia es que no necesitas demasiado dinero para empezar a invertir, pero sí es importante que conozcas la suma total de la que dispones para hacerlo.
Aprende lo esencial
Aunque no es necesario que domines las inversiones de la A a la Z antes de invertir, sí que es recomendable conocer la terminología básica con la que poder tomar las decisiones más acertadas.
Invertir de manera imprudente puede ser perjudicial y traducirse en la pérdida de tu dinero o ahorros.
Empieza por entender qué son y en qué se diferencian las acciones, los bonos, los fondos mutuos, etc. Además, conocer las teorías financieras como la optimización de la cartera, la diversificación y la eficiencia del mercado, así como leer libros y tutoriales pueden ser excelentes puntos de partida.
Establece metas
Después de conocer tu presupuesto y de entender lo esencial de las finanzas, es el momento de determinar las metas de la inversión.
Es evidente que todos los inversionistas intentan ganar dinero. La diferencia es que cada una proviene de un fondo diverso y tiene diferentes necesidades.
Al elegir un objetivo consigues entender qué vehículo de inversión se adapta mejor a él. Por ejemplo, si buscas ahorrar para la jubilación, quizá lo más sensato sería utilizar una cuenta de ahorro con impuestos diferidos.
Determina tu tolerancia al riesgo
Necesitas saber cuánto riesgo vas a asumir antes de decidir qué inversiones son las adecuadas para ti.
Las inversiones que conllevan mayor riesgo son las que ofrecen una rentabilidad más grande, mientras que las inversiones con un riesgo más pequeño suelen ofrecer una tasa de rendimiento menor.
En un escenario ideal, el objetivo de cualquier inversor es obtener una cartera de inversión que cuenten con un alto rendimiento y con poco riesgo.
Tu tolerancia al riesgo variará según tu edad, requisitos de ingresos y objetivos financieros.
Encuentra tu estilo de inversión
Después de conocer tu tolerancia al riesgo y tus objetivos, es el momento de definir tu estilo de inversión. ¿Has encontrado ya el tuyo?
Si eres un inversionistas primerizos es posible que veas que tus objetivos y tu tolerancia al riesgo no coinciden. Por ejemplo, si buscas seguridad, es mejor que tomes un enfoque de inversión más conservador. Si eres un inversor muy agresivo, entonces invertirás el entre el 80 y el 100% de tu dinero en acciones.
De ti depende encontrar un ajuste para lograr la asignación óptima de activos.
Conoce los costes
Si conoces los costes de la inversión podrás detectar aquellos que pueden reducir los rendimientos de tu inversión.
Normalmente, las estrategias de inversión pasivas tienden a tener varias más bajas que las estrategias de inversión activa, como las acciones de negociación.
Los corredores de bolsa suelen cobrar comisiones, por lo que para los inversores que comienzan con una inversión más pequeñas, un corredor de descuento suele ser la opción elegida por la pequeña comisión que cobran.
No obstante, si estás comprando fondos mutuos, recuerda que los fondos cobran comisiones de administración y, en ocasiones, tarifas de carga.
Encuentra un broker o asesor
El tipo de asesor que necesitas depende de la cantidad de tiempo que hayas decidido dedicar a tus inversiones y de tu tolerancia al riesgo.
Encontrar un asesor, por otra parte, es muy sencillo. Tan solo realizando una búsqueda rápida de la firma («mmt broker opiniones» o «mmt broker comentarios») y encontrarás valiosa información sobre su reputación y resultados.
Cuando eliges un broker o un asesor financiero estás realizando una gran decisión. Entre los factores que necesitas considerar se encuentran:
- Su reputación y rendimiento
- Cuanto cobran
- Cuánto planean comunicarse contigo
- Qué servicios adicionales pueden ofrecer
Si acudes a una firma de servicios completos te podrán brinda más servicio o experiencia, pero también tiene un coste mayor y puede requerir de un nivel mínimo de activos para abrir una cuenta.
Elige tus inversiones
Ahora es el momento de decidir qué inversiones formarán parte de tu cartera de inversiones.
Si tu estilo de inversión es conservador, tu cartera estará compuesta sobre todo de valores de bajo riesgo (bonos del tesoro y fondos del mercado monetario) que generen ingresos. Si no quieres acciones o bonos individuales, puedes optar por fondos mutuos o fondos cotizados.
Los dos conceptos que necesitas tener claros son dos: la asignación de activos y la diversificación.
En la asignación de activos tratas de equilibrar el riesgo y la recompensa al dividir tu dinero entre las tres clases de activos: acciones, ingresos fijos y efectivo.
AL diversificar entre las diferentes clases de activos se evitan problemas relacionados con «poner todos los huevos en la misma cesta». Piénsalo así: invertir en una sola acción es muy arriesgado para un inversionista, pero si inviertes en 10 acciones estás reduciendo el riesgo en 10 compañías diferentes.
Aléjate de tus emociones
Es importante evitar que el miedo o la codicia limiten el retorno de tus inversiones o inflen tus pérdidas.
Espera fluctuaciones a corto plazo en el valor total de tu cartera. Como inversionista a largo plazo, estos movimientos a corto plazo no deberían hacerte entrar en pánico.
La codicia puede llevar a un inversor a mantener una posición demasiado larga con la esperanza de un precio aún más alto, incluso si cae.
El miedo puede hacer que un inversionista venda una inversión demasiado pronto o pedir que lo haga. Los inversores con más existo siguen disendo disciplinados y no están infleucnaidos por las flucutaiciones del día a día o por factores externos.
Ya sabes que el objetivo final de toda inversión es comprar barato y vender caro, pero la mayoría de los inversionistas que fracasan comercian on las emociones: compran caro y venden poco.
Si cartera te está empezando a incomodar, quizá necesitas reconsiderar tu tolerancia al riesgo y adoptar un enfoque más conservador.
Revisa y ajusta
Por último, necesitas revisar tu cartera de inversión.
Después de establecer tu estrategia de asignación de activos, es posible que las ponderaciones de tus activos hayan ido cambiando durante todo el año.La razón es que el valor de mercado de los diversos valores dentro de tu cartera han cambiado.
Esto se puede modificar fácilmente mediante reequilibrio.
Las inversiones individuales dentro de una cartera pueden tener distintos ritos de crecimiento.
Si la fracción de acciones funciona bien, quizá podrías resignar el crecimiento a los bonos. En otro caso, puedes aumentar el riesgo general de la cartera.
La revisión y el reequilibrio continuo de la cartera es un paso clave para una inversión de éxito.