¿Cómo conseguir que tu hijo sonría sin parar? ¿Qué hacer para que tú y tu hijo para que podáis divertiros los dos como nunca antes lo habéis hecho? ¿Cuáles son los mejores consejos para que paséis un día inolvidable?
«Si no es divertido, no lo estás haciendo bien.» – Bob Basso
Cada mañana, mi hijo y yo salimos a caminar durante 20 minutos de camino al colegio. Para mi, esos veinte minutos son un mero trámite donde simplemente camino. Para mi pequeño, no es ni más ni menos que un desfile de emociones y entusiasmo: flores por los jardines, camiones de bomberos, gente que va y viene…
Es curioso como los adultos caminamos centrados en nuestros propios pensamientos: qué obligaciones tenemos hoy o cuánto nos va a costar llegar a final de mes.
Sin embargo, los niños fácilmente se divierten y son capaces de permanecer con una sonrisa a lo largo de todo el día.
¡A los niños les divierte cualquier cosa!
Y es lógico. Somos los adultos quienes andamos perdidos.
La diversión es una cuestión de perspectiva. No es una fuerza atada dentro del parque de atracciones. Tener esto en mente es algo muy importante.
Con la diversión se da para hacer amigos, para el desarrollo y la computación personal y psicológica de cada persona.
Cómo ponerle algo de diversión al día a día con tu hijo
Al nacer tenemos una comprensión absoluta de qué es diversión. Desgraciadamente, el paso del tiempo hace que esto se desvanezca. La buena noticia: aún hay algunas cosas que podemos aprender de los niños para conseguir que se diviertan ellos incluso más.
Ve a donde le guste estar
Los niños saben muy bien disfrutar del momento. Los adultos siempre solemos andar pensar en lo que tenemos que hacer hoy, mañana o el mes que viene. Deja todo lo superfluo a un lado, y dirígete directamente hacia donde se encuentra la diversión. ¡Así de simple!
Enséñale algo nuevo
Desde nuevas palabras hasta nuevas expresiones faciales, los niños son expertos en aprender. Convierte en una tarea cotidiana aprender cosas nuevas, lo que sea. Ellos te enseñan a cambio a divertirte.
Sácalo de su zona de confort
A los niños les encanta sentir que corren riesgos. Conforme maduramos, tendemos a permanecer en espacios seguros. Pero los días son mucho más entusiasmantes si hacemos algo fuera de lo común.
Encuentra su ritmo
Lo que a ti te puede parecer insoportable, un niño puede convertirlo en su juguete favorito. Intenta cambiar esta visión de las cosas y tata de verlo como él lo ve. Fúndete con el entorno y conviértelo en algo placentero.
¡Sonríe más!
Dicen que los niños son capaces de sonreír hasta 400 veces cada día. ¿Los adultos? Sólo 15. Ya sabes que la sonrisa es un catalizador de diversión. Ponlo a prueba con tus pequeños
Disfrutad de la naturaleza
A los niños les sorprende casi todo, en especial, la naturaleza. Hormigas, pájaros, dientes de león… Vuelve a ese momento en el que los vistes por primera vez y permítete compartir con tu hijo ese re-enamoramiento de la madre Naturaleza.
Escalad
Los niños tardan poco tiempo en descubrir su propio cuerpo. Es aprender a andar y no paran de moverse. En poco tiempo, te darás cuenta de que todo lo que sea estar por encima del nivel del suelo les supone algo súper emocionante. Escalar una montaña, trepar un árbol o visitar un mirador les hace sentir como los amos el mundo.
Protege sus debilidades
Puede que tu hijo sea tímido o que no le guste demasiado relacionarse con los demás. Adáptate a sus preferencias, ya que si prefiere jugar solo antes que con otros niños, quizá sea porque le divierte más… ¿qué hay de malo?
Desarrolla la imaginación
Los niños pasan más tiempo dentro de su propio mundo que en el de la realidad. Aprovecha este hecho para conectar con él. La imaginación da lugar a cualquier cosa: podéis pasar un rato montando elefantes en Tailandia, correr una maratón en la Gran Muralla China o dar un viaje por el espacio. ¡Es tan divertido que en poco tiempo te gustaría que fuese verdad!
Deja espacio para las sorpresas
No podemos adivinar cómo se sentirá nuestro hijo mañana. Por eso es tan importante salir de la rutina establecida. No sabes lo liberado que se sentirá.
Choca los cinco
No tiene que haber una razón en concreto pero les hace sentir como campeones de los Juegos Olímpicos. La próxima vez que te cuente algún mérito o logro, no dudes en chocarle los cinco. ¡Las cosas pequeñas se harán grandes de repente!
Añade un poco de relajación
A los niños también les gusta algo de tranquilidad en algunas ocasiones. No es necesario vivir en un estrés constante, ya que las prisas son un aniquilador de diversión.
Cread
Pintar, dibujar, construir o escribir. A los niños les encanta expresar todo su potencial creativo, ya que aquí reside una buena parte de la diversión de su día a día. ¿Cómo conseguirlo? Muy sencillo, podéis ir a la playa a construir un castillo de arena, usar un juego educativo adaptado a su edad o quizá un puzzle con una imagen que le entusiasme.
Manchaos las manos
A los niños no les asusta ensuciarse. De hecho, es aquí donde pueden dar vida a su imaginación. ¡Es hora de meterse en el barro!
Rompe las reglas
La diversión de los niños no tiene normas. Ni ellos tampoco. Si no duele, ¿por qué esperar? Si algo les gusta y no hace daño a nadie, permítele disfrutar.