“Ten paciencia. Espera hasta que el barro se asiente y el agua esté clara. Permanece inmóvil hasta que la acción correcta surja por sí misma”. – Lao Tzu.
La meditación es la práctica de concentración y de atención, consiste en enfocarse en algo.
Meditar es conocer la mente centrándose en un pensamiento. La base de la meditación es la no distracción, es estar presente, observar la tranquilidad y la paz interior. Aprendiendo a estar en calma y alejados de todo tipo de agitación mental, sensorial y emocional en el que normalmente vivimos.
La práctica nos permite alejarnos de las imágenes, sensaciones y toda clase de situaciones que nos rodea y nos dispersan la mente, llevándonos a un bucle de pensamientos, de los cuáles son muchos de ellos nocivos para nuestro equilibrio y bienestar.
Meditar no siempre es tarea fácil, especialmente al inicio, pues requiere disciplina y práctica para su perfección. Exige esfuerzo. Sin embargo, si conoces todo lo que la meditación puede aportar a tu vida, es bastante probable que sientas la necesidad de empezar a familiarizarte con sus técnicas.
Esta práctica milenaria está experimentando una gran popularidad la última década, ya que son muchos los beneficios que aporta para el bienestar mental y físico, además es muy útil en los tiempos que corren. Bien sea para calmar la mente, para encontrarse a uno mismo o para reducir la ansiedad o el estrés, cada vez hay más gente interesada en introducir esta práctica en su vida diaria, mejorando su calidad de vida.
Unas de las claves más importantes en la meditación es estar consciente del presente, del momento de aquí y ahora, de lo que es y estar atento a las distracciones. Este es el verdadero significado de la meditación, ser capaz de disfrutar de la paz, descanso y tranquilidad de la mente. Supone un proceso que nos lleva a conocer nuestra mente y conocer quienes realmente somos.
De esta manera podemos afirmar que la meditación es una técnica pero es también una experiencia, una experiencia directa del momento presente, de lo que surge en cada segundo en vuestras vidas, más a la idea de un concepto o idea filosófica.
31 razones para empezar a meditar hoy mismo
En los últimos años, las investigaciones sobre esta práctica han demostrado que meditar es efectivo para mejorar la salud mental de las personas.
¿Cuáles son estos beneficios? ¿De qué nos sirve meditar? La práctica de la meditación produce resultados grandiosos a quiénes buscan mejorar su salud, vitalidad, aumentar la conciencia intelectual, mejorar la memoria o alejar el estrés…
Meditar miles de beneficios reconocidos, y entre ellos ayuda a que tu día a día sea muchísimo más productivo, alegre y placentero. La meditación nos beneficia por distintos motivos:
- Crea una visión más positiva de la vida y te ayuda a tomar el control de tus pensamientos. Cambia tu percepción sobre la vida.
- Eleva tu nivel actual de conciencia, permitiéndote vivir el momento presente.
- Relaja profundamente tu cuerpo y tu mente mejorando la capacidad de atención y concentración.
- Te facilita el control consciente de tus patrones de ondas cerebrales. Mejora la memoria y las funciones cognitivas.
- Aumenta tus niveles de energía en general junto con tus niveles de concentración.
- Incrementa tus niveles de motivación interna. Te ayuda a obtener más información acerca de ti.
- Ayuda a construir un sistema inmunológico más fuerte e influye en los propósitos de auto-dominio.
- Mitiga los efectos del estrés y aumenta la tolerancia al dolor.
- Controla conscientemente las funciones corporales inconscientes.
- Despierta’ tu mente. Hará que controles conscientemente tu realidad. Ayuda a desarrollar una mayor conexión mente-cuerpo.
- Induce al buen humor y aleja la negatividad. Fortalece el corazón.
- Impacta positivamente en tu autoestima. Desarrolla la intuición.
- Mejora el flujo sanguíneo al cerebro y construye nuevas conexiones neuronales en el cerebro. Mejora la memoria. Desarrolla una mente más creativa.
- Ayuda a resolver problemas. Suaviza la mente y el cuerpo.
- Cura los traumas del pasado.
- Mejora las relaciones y tu vida social. Hace que desarrolles una mayor empatía. Sirve para conocer y guiar a tu ego.
- Es fundamental para el crecimiento personal. Ayuda a desplegar todo el potencial de tu alma.
- Incrementa una personalidad más equilibrada y estable. Es ideal si deseas cambiar alguna actitud. Aporta coherencia y modifica tu actitud hacia la vida. Mejora la calidad del pensamiento y la claridad.
- Ayuda a desprenderse de las creencias limitantes. Mejoras tus patrones de conducta negativos. Ayuda a deshacerse de un hábito negativo.
- Reduce e incluso ayuda a superar el insomnio.
- Frena la ira (y otras emociones negativas) y evita la lucha.
- Mejora tu vida sexual y la libido. Aumenta la producción de hormonas sanas.
- Ayuda a prevenir el envejecimiento cerebral. Frena el deterioro físico y el proceso de envejecimiento.
- Es una motivación hacia tus metas. Programa al cerebro para dirigirte a situaciones que aumentarán tu éxito.
- Reemplaza el sufrimiento por la comprensión. Invita a sustituir la agresividad por asertividad.
- Ayuda en la producción de neurotransmisores vitales como la serotonina.
- Aumenta el trabajo y la productividad.
- Desarrolla una mente más abierta, dando un ejemplo saludable para que otros te sigan.
- Minimiza el dolor agudo y crónico.
- Sirve también para limpiar los chakras.
- Te ayuda a mejorar cualquier área de tu vida.
Viendo esto, no cabe duda de que la meditación es una fuente inagotable de beneficios, así que es natural que ahora te interese cómo meditar correctamente.
Aprende a meditar en 7 sencillos pasos
Todos nos plantemos cómo podemos hacer para aprender a meditar pero, en realidad, no existe un método para meditar correctamente.
En la actualidad podemos encontrar infinidad de formas para meditar, ya que existen diversas escuelas, filosofias y técnicas que provienen de distintos maestros, culturas y religiones.
Sin embargo, lo interesante está en elegir la práctica que más se ajuste a nuestro estilo o escoger unas cuantas técnicas de meditación de nuestro agrado que nos aporten mayor salud, paz mental y den más sentido a nuestra vida.
Paso 1. Encuentra un lugar tranquilo
La meditación debe practicarse en un lugar tranquilo y silencioso.
Esto te permitirá enfocarte exclusivamente en esta tarea y evitará que los estímulos externos distraigan tu mente. No es necesario que el lugar sea tan grande, el vestidor de tu habitación o incluso tu oficina pueden servir, siempre y cuando sea un lugar privado. Busca un lugar donde no te interrumpan durante la meditación, ya sea durante 5 minutos o media hora. Cualquier lugar es bueno si te permite estar cómodo y centrado, totalmente inmerso en la actividad que vas a iniciar.
Para quienes empiezan en el mundo de la meditación, es muy importante evitar cualquier ruido o distracción externa, ya que es en este momento cuando mayor dificultad se encuentra en la práctica. Si pones música, elige canciones tranquilas, repetitivas y de armonías suaves, de modo que no te desconcentre.
Muchas personas prefieren meditar al aire libre, dado que el entorno tiene un efecto directo en la meditación, a menos que se tenga un nivel más avanzado.
Paso 2. Elige los atuendos apropiados
Uno de los principales objetivos de la meditación es tranquilizar la mente y bloquear los factores externos, cosa que podría ser difícil si no estás cómodo porque llevas puesta ropa ajustada o incómoda.
Lo primero que debes hacer para meditar y estar en el aquí y el ahora es llevar ropa cómoda. Ponte ropa suelta y quítate los zapatos cuando medites. Quitarse los zapatos y elegir una prenda de vestir ancha es la mejor alternativa para sentirte listo para meditar. Olvídate de prendas ajustadas y quítate el reloj u otros complementos que puedan ser molestos. Elige aquello que te permita estar unos minutos en una misma posición sin que te sientas incómodo.
Ponte ropa de abrigo si meditas en un lugar frío, ya que el frío puede distraer tus pensamientos y es probable que prefieras detener tu práctica rápidamente.
Si estás en un lugar donde no te puedes cambiar de ropa fácilmente, procura estar lo más cómodo posible. Quítate los zapatos, los calcetines y la chaqueta, intenta acomodarte todo lo que puedas.
Paso 3. Adopta una postura cómoda
Cómo hemos mencionado anteriormente es muy importante que estés cómodo mientras meditas, por lo que es esencial que encuentres la mejor posición.
Generalmente, la meditación se practica sentándose sobre un cojín en el suelo, en posición de loto. Esto no debe cumplirse estrictamente, a menos que tus piernas, cadera y espalada baja sean muy flexibles. Ten en cuenta que la postura de loto tiende a doblar la espalda baja y evita que haya un equilibrio en el torso por la parte de la columna.
Elige una postura que te permita tener el equilibrio necesario para que permanezcas derecho. Procura sentarte de manera correcta, es decir, en el suelo con la espalda recta, pero sin tensiones, respirando hondo y manteniendo los hombros y brazos relajados. Algunas personas prefieren sentarse en una silla o de rodillas en vez de la clásica postura, y también existe la meditación tumbada.
Sea cual sea la posición que adoptes, la espalda siempre debe estar recta y el cuerpo, especialmente los hombros y brazos, relajados. Lo más importante es que estés cómodo, relajado y que tu torso esté equilibrado de modo que tu columna soporte todo tu peso desde la cintura.
La posición tradicional de las manos consiste en colocar las manos sobre tu regazo, con las palmas hacia arriba, con la mano izquierda encima de la derecha. Sin embargo, también puedes dejar reposar las manos sobre las rodillas o dejarlas sueltas a ambos lados. Elige la posición que prefieras.
Paso 4. Cierra los ojos y céntrate en tu respiración
Lo más básico y universal de todas las técnicas de meditación es la respiración.
La meditación con respiración es un gran punto para empezar tu práctica. Elige un punto sobre tu ombligo y enfócate en ese punto con la mente. Siente cómo crece y se encoge tu abdomen al inhalar y exhalar. No hagas un esfuerzo consciente para cambiar tu patrón de respiración, solo respira normalmente.
Paso 5. Conecta con tu mente
Es habitual que, durante la meditación, surjan distintos pensamientos: nuestros miedos, los problemas personales, la incomodidad del momento o la inseguridad de estar haciendo bien la meditación o no. Pero esto es algo normal y, por tanto, debemos aceptarlo.
La meditación se centra en la idea de que el bienestar psicológico es un estado que emerge de la aceptación de los pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin intentar eliminarlos ni modificarlos, simplemente consiste en observarlos de manera no enjuiciadora. Por tanto, cuando aparezcan estos pensamientos, simplemente hay que aceptarlos y después vuelve a centrar la atención de la mente.
Paso 6. Visualiza
Practica la visualización. Esta es otra conocida técnica de meditación, que consiste en crear un lugar tranquilo en tu mente y explorarlo hasta llegar a un estado de completa calma.
Puede ser cualquier lugar que te agrade, pero no tiene que ser totalmente real, puede ser único y personalizado.
Da a tu imagen sonidos, colores y aromas de tu entorno, siente la refrescante brisa en tu rostro o el calor de las llamas calentando tu cuerpo. Disfruta del espacio todo el tiempo que desees, permitiendo que se expanda naturalmente y que se torne más real. Céntrate en lo que puedes ver, lo que puedes sentir.
Paso 7. Crea tu propia rutina
Tras los pasos anteriores, ahora ya estás listo para hacer de la meditación un hábito diario.
Con la práctica te convertirás en un gran meditador, lo que te ayudará a lograr los beneficios de esta milenaria práctica.
La meditación es una práctica que ha venido utilizándose durante muchos años para mejorar al ser humano en múltiples facetas. Influye en tu bienestar físico, psicológico y espiritual, de manera que ahora que conoces esta excelente manera de meditar, ¿qué tal si lo empiezas a poner en práctica cuanto antes?