Si hoy fuera el último día de tu vida, ¿querrías hacer lo que vas a hacer hoy? Si la respuesta es «no» significa que necesitas cambiar algo.
Ser emprendedor supone una aventura apasionante que requiere, al mismo tiempo, un gran esfuerzo y compromiso.
Ser emprendedor implica a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los recursos necesarios para desarrollarla. Está inherentemente ligada al concepto de innovación y riesgo por parte quien cree en sus ideas, apuesta por ellas y que es capaz de llevarlas a cabo encontrando la forma de crear sus sueños.
Coger las riendas de tu futuro no es un camino nada fácil y como todo comienzo requiere esfuerzo y creatividad.
En un mundo en el que prácticamente tenemos de todo y ya todo parece que ya está inventado, la creatividad supone un factor esencial.
No podemos ofrecer al público lo que ya tienen ni algo que no necesitan, así que hay que inspirarse y pensar qué es lo que podemos ofrecer que sea diferente, innovador y que consiga atraer al consumidor para quedarse con nosotros.
Todos, absolutamente todos, somos emprendedores de alguna manera en mayor o menor medida tanto profesionalmente como en nuestras facetas más personales. Todos tenemos ideas, nos inspiramos y construimos cosas en nuestra mente pero solo unos valientes son capaces de trasladar estas ideas a la vida real. Desarrollar y amplificar esta cualidad en el campo empresarial es lo que diferencia a un verdadero emprendedor de un simple aficionado.
Decide qué tipo de emprendedor quieres ser tú
Aunque todos los emprendedores son únicos, tienden a poseer características comunes. El método de actuación junto con la personalidad determinan el tipo de emprendedor que se desarrolla. Entre diferentes tipos de emprendedores podemos encontrar los siguientes.
- El oportunista. Aquel que sabe estar en el momento y lugar indicado. Destaca por su función especulativa y por hacer suposiciones sobre algo que no se conoce con certeza.
- El innovador. Se enfoca en las realidades del negocio y en las posibilidades verdaderas del producto. Presenta ideas muy novedosas y llamativas.
- El profesional. Tiene gran experiencia y conocimiento del sector, está continuamente batallando por destacar en los mercados competitivos.
- El creador. Los creadores se caracterizan por ser fríos y calculadores, enfocados en su objetivo. Son como la reina en el ajedrez, pero en este caso hablamos del juego de los negocios; suelen estar dos o tres pasos delante de la competencia.
- El persuasivo. Su misión es convencer y arrastrar a los consumidores y su equipo de trabajo. Suele ser un líder nato más que desarrollar el producto.
- El vocacional. Se trata de emprender por emprender. Cuando consiguen posicionar su producto suelen cambiar de proyecto en busca de nuevas aventuras.
Aunque estos son los perfiles de emprendedor más populares que existen, por supuesto que puede haber emprendedores que compartan varias características propias de diferentes tipos de emprendedor.
Reveladas las verdaderas claves del emprendedor de éxito
Si has pensado en poner un negocio, una empresa o llevar a cabo una idea que lleva tiempo rondándote la cabeza, te interesará conocer las piezas clave de este complejo ecosistema de emprendedores.
1. Toma riesgos
Confía en ti y en tus capacidades. Decide dar el salto y lánzate a la aventura de lograr tu sueño. El no ya lo tienes, ¿qué más puedes perder? Apuesta por tu proyecto. Iniciar un negocio puede ser el camino más arriesgado, pero también el que te puede aportar múltiples beneficios. Si crees en ello continúa hasta el final y no permitas que tu miedo te sabotee. Ten en cuenta que debes tomar riesgos inteligentes y calculados, lo cual no es tarea sencilla pero sí posible.
2. Ten ambiciones
Nos han enseñado desde pequeños que ser ambicioso es algo malo y lo cierto es que no es así. Puedes tener ambiciones realistas y lógicas que te generen una motivación para impulsarte a lograrlas. Concreta tus aspiraciones de forma tangible que vayan acompañadas de objetivos a corto plazo. Por ejemplo, si tu meta es ganar una maratón irá acompañada de objetivos como correr un trayecto cada vez en menos tiempo. Ir sumando objetivos te recargará de energía positiva para seguir avanzando.
3. Plan de acción
Cada meta requiere un plan de acción en el que aparezcan las actuaciones específicas que se deben llevar a cabo. Evalúa continuamente si las acciones que estás realizando te están acercando a tu fin. Visualiza cada día tu sueño como si lo hubieses conseguido y observa el trabajo que has tenido que realizar para alcanzarlo.
4. Potencia tu creatividad
El mayor enemigo de nuestras cualidades creativas es el razonamiento lógico y la falta de confianza. Todos y cada uno de nosotros nacemos con la habilidad creativa, sin embargo, con el paso de los años, vamos sumergiéndonos en un mundo donde impera la realidad y la razón y el plano creador se queda en un segundo plano. Es el momento de recuperarlo y llevarlo a la acción.
5. Continúa aprendiendo
La mayoría de las personas creen que lo saben todo y ueno necesitan saber más. Lo cierto es que la vida es un continuo aprendizaje y en él nace la sabiduría y el éxito. No tengas miedo al famoso interrogante ¿por qué? Éste puede llevarte a nuevos caminos y abrirte las puertas del conocimiento y oportunidades que te permitan aprovechar al máximo tu potencial.
6. Conoce para ofrecer
Además de disponer de un plan de negocios perfectamente detallado debes conocer a tus clientes, analizar qué es lo que buscan, cuáles la demanda. Es posible que una vez que investigues las necesidades de los consumidores tengas que reelaborar tu plan de negocios, pero esto es algo positivo porque te está ayudando a aprender y a desarrollar eficazmente tu proyecto. Un buen plan requiere un buen estudio de mercado.
7. No eres el único
Recuerda que no estás solo en este ecosistema. Siempre va a existir la competencia en el negocio. Esta competencia va a darte información acerca de si tu empresa está funcionando o si, por el contrario, permanece inmóvil.
8. Lo que das se te devuelve
Nunca olvides compartir. Solamente tendrás éxito si compartes los beneficios con otros. Plantéate esta pregunta, ¿estás ayudando a mejorar la vida de otras personas? Colaborar con los demás te hace tener un espíritu grande, un rasgo fundamental en las personas de éxito.
9. Filtra información
Las opiniones de los demás son suyas no tuyas, por lo que no te dejes llevar por comentarios negativos del tipo “no puedes”, “es imposible”, “ni lo intentes”, etc. Tu éxito y tu fracaso lo creas tu, no los demás.