La sangre es una de las sustancias más complicadas de eliminar debido a su composición de proteínas, y, más aún, cuanto más tiempo dejamos que llegue a secarse.
Bien cuando tenemos alguna herida, nos lesionamos o sufrimos algún tipo de accidente, es muy probable que nos encontremos en una situación que requiere de algunos trucos sencillos para poder eliminar por completo esta mancha sin dejar rastro.
Las manchas de sangre son generalmente muy complejas de eliminar, de manera que dejamos una serie de recomendaciones comunes para la sangre en cualquier tipo de tejido:
- Antes de nada, se debe enjuagar la prenda con agua fría para que la macha se ablande y sea más sencilla de extraer.
- No al calor. Evita el calor y el agua caliente, ya que esto hará que la mancha se expanda.
- Nunca mezcles amoníaco y lejía, ya que son altamente tóxicos.
- No utilices la secadora bajo ningún concepto pues el calor podría fijar la mancha de manera permanente y sería imposible de eliminar.
- Utiliza siempre guantes para proteger la piel.
- Eliminar la mancha lo antes posible una vez que se ha producido. Cuanto más tiempo se deje más difícil será limpiarla.
Cómo eliminar manchas de sangre de diferentes superficies
Manchas en el suelo. Para los diferentes tipos de suelo es fácil acabar con la sangre utilizando cualquier detergente o jabón con agua fría. Si la sangre se ha secado y permanece resistente habrá que emplear un poco de lejía.
Madera. Para la madera no debemos usar productos fuertes, ya que esta puede estropearse con productos químicos, por ellos utilizaremos un poco de agua fría y jabón. A continuación lo secaremos y aplicaremos un poco de cera para que quede como nueva.
Piedra. La piedra se debe limpiar con una esponja humedecida con agua fría. En caso de que se resista aplicaremos una capa de detergente en polvo y un poco de cloro dejando actuar entre 5-10 minutos. Una vez que la mancha haya desaparecido se debe enjuagar bien y secar con un trapo. Si quedara algún resto de sangre se puede frotar ligeramente con un cepillo de cerdas duras para conseguir un mejor resultado.
Yeso o cemento. Limpiaremos con una esponja húmeda retirando la mayor cantidad de sangre que podamos. A continuación usaremos un cepillo de dientes mojado en agua y un poco de bicarbonato o limpiador en polvo y frotaremos ligeramente. Después lo enjuagaremos bien y dejaremos que se seque.
Alfombras y moquetas. Para este tipo de tejidos sintéticos se debe seguir los siguientes pasos:
- Paso1: aplicar sobre la zona manchada una cucharada de detergente y un poco de agua fría y dejar actuar durante unos minutos.
- Paso 2: masajear ligeramente con un paño hasta que haya desaparecido.
- Paso 3: en caso de que persista la sangre, agregar una cucharada de amoniaco y frotar suavemente con una esponja. Repetir el proceso hasta que no quede nada.
- Paso 4: secar con un trapo absorbente.
Papel de pared o papel tapiz. En el caso de que sea un papel lavable utilizaremos una esponja con agua fría jabón o detergente y unas gotas de amoniaco frotando hasta eliminar toda la mancha. En el caso de los papeles no lavables se limpiarán con almidón y agua dejándose secar durante algunos minutos. Después se le da con un cepillo hasta que la sangre salga del todo.
Pieles. Para este género debemos de ser extremadamente cautos dado que un descuido puede echar a perder nuestra prenda.
En primer lugar debemos retirar con un trapo la mayor cantidad posible de sangre. Después humedeceremos un paño con detergente o jabón y unas gotas de lejía. Frotar delicadamente procurando no dañar el pelo. Seguidamente retiraremos el jabón con agua fría hasta que quede completamente limpio. Finalmente se debe poner al sol y dejar que se seque.
Cuero. Para este tipo de piel mezclaremos un poco de jabón suave o detergente en agua fría generando gran cantidad de espuma. Aplicar con una esponja directamente en el área y frotar hasta que se elimine del todo. Después se secará con un paño suave.
Plata. La plata la lavaremos en agua caliente con jabón. La enjuagaremos con agua caliente y seguidamente la secaremos con suavidad para que quede impecable.
Prendas no lavables. Prendas como lana, seda, cuerda, etc. Se deben lavar con una esponja frotándose con agua fría, en el caso de que persista, aplicaremos un limpiador y unas gotas de amoniaco. Luego colocaremos una almohadilla absorbente húmeda y la dejaremos actuar un breve tiempo. Una vez retirada la enjuagaremos completamente con agua fría eliminando todos los restos de amoniaco. Luego secaremos con un trapo y dejaremos al sol para terminar.
Prendas lavables. Estas prendas son más sencillas de eliminar manchas tales como la tela, algodón, tela, poliéster… En general pueden quitarse con un simple lavado a fondo con agua fría, si la mancha persiste se debe lavar en agua fría con detergente o jabón y unas gotas de amoniaco. Después cepillar con un cepillo de cerdas duras delicadamente, teniendo en cuenta el tipo de tejido. Enjuagar y eliminar todos los rastros de amoniaco. Una vez que quede seco se vuelve a lavar en la lavadora y se deja secar al sol.
11 métodos para eliminar completamente las manchas sangre
Hay muchos tipos de métodos contra este líquido, desde el uso de detergentes y jabones para la ropa, vinagres, lejías hasta los blanqueadores de manchas, teniendo en cuenta el tipo de tejido sobre el que actuamos.
Método 1
El primer método consiste en quitar la sangre cuando aún está húmeda.
- Paso 1: Enjuagar el tejido con agua fría. Este es una de las formas más sencillas para acabar con la sangre que no está seca y es importante no emplear agua caliente para no impregnar la tela. Se aplica justamente después de que se haya manchado para eliminar cualquier rastro.
- Paso 2: Agua oxigenada. Este producto es un poco agresivo por lo que tenemos que tener en cuenta el tipo de tela, ya que el agua oxigenada puede blanquear o dañar la prenda. De esta forma aplicaremos el agua oxigenada sobre la mancha diluyéndola, a su vez, con un poco de agua para evitar que el producto no sea tan fuerte. Una vez echada debe frotarse suavemente con un paño. Una vez concluido este paso lava la prenda con agua fría y jabón.
Tu prenda quedará limpia como si no hubiese sucedido nada.
Método 2
El segundo método es para telas delicadas consiste en usar sal y agua. La sal es muy efectiva en superficies porosas y es excelente para evitar que la sangre se fije al tejido. Este método es muy útil en artículos que son demasiado grandes para la lavadora, tales como colchones.
Se basa en poner la mancha debajo de un chorro de agua fría. Si es una alfombra o un mueble, pon hielo y agua en un paño o bayeta y colócalo sobre la superficie afectada. A continuación borra la mancha con una esponja o un paño de cocina. Espera uno 10 minutos y luego añade un poco de sal. Las propiedades de los granos de sal desprenderán los restos de sangre y la sacará de las fibras.
Cuando haya desaparecido por completo o ya no pueda salir más lava la prenda con agua fría y detergente
Método 3
Utilizar jabón que usamos normalmente para el baño. Esta forma es parecida al del agua con sal, se pueden utilizar jabón o champú directamente. Es muy útil para alfombras, mantas y suelo.
En primer lugar se aplica agua fría sobre la mancha, cuánto más fría sea el agua mayor eficacia tendrá. Seguidamente añadir jabón o champú sobre la zona frotando con fuerza con un paño mojado. Si se forma demasiada espuma echar más agua. Finalmente enjuagar con agua fría y repetir este proceso dos o tres veces más hasta que la macha desaparezca por completo. Una vez finalizado lavar, si fuera posible, con agua y detergente.
Método 4
El temido amoniaco. Si la mancha resulta terriblemente difícil de quitar se debe aplicar este producto. En primer lugar mezclar una cucharada de amoniaco con ½ taza de agua fría y verterlo sobre la zona. Cuando la mancha haya desaparecido, se debe enjuagar con agua fría. Es importante no aplicar esta sustancia en superficies delicadas.
Método 5
Saliva como aliado. La saliva puede llegar a ser realmente eficaz debido a las enzimas que contiene y que ayudan a digerir los nutrientes, dado que tienen la capacidad de descomponer las proteínas de la sangre que nos complican tanto el proceso de limpieza.
Se realiza aplicando saliva directamente sobre la mancha y frotando intensamente con un poco de agua fría. Repetir el proceso varias veces hasta que se elimine por completo. Después lavar la tela con agua fría y jabón.
Método 6
Limón y sol. Con este método hay que esperar a que la prenda se haya secado para ver que no queda rastro de sangre. Debe evitarse en texturas como la seda, el lino y la licra, teniendo en cuenta que la acidez del cítrico puede perjudicar el tejido.
- Paso 1: En primer lugar, remojar en agua bien fría durante unos minutos. Escurrirla procurando que quede solamente húmeda.
- Paso 2: Introducirla en una bolsa con cierre hermético.
- Paso 3: Añadir dos tazas de zumo de limón y media taza de sal dentro de la bolsa y a continuación cerrarla.
- Paso 4: Con la bolsa completamente cerrada masajear con las manos apretando con fuerza en la zona manchada para que el líquido penetre y saque todas las partículas de sangre.
- Paso 5: Dejar durante 10 minutos la prenda dentro de la bolsa dejando que el limón y la sal actúen.
- Paso 6: Sacar la tela y extenderla dejando que se seque con la luz del sol. Es importante no usar estufas ni radiadores, solamente con el sol se secará.
- Paso 7: Una vez finalizado este proceso lavar la prenda con agua fría y detergente.
Método 7
Pasta de dientes. Este proceso es el más recomendable en telas que pueden lavarse a mano o en la lavadora, suele utilizarse para cortinas, manteles y tapetes.
El proceso consiste en aplicar pasta de dientes sobre la mancha y a continuación añadir un poco de agua fría con algún tipo de recipiente. Después se frota la pasta con fuerza para que haga efecto y no queden ningún tipo de partículas. Por último lavar la tela en un programa de agua fría y jabón, o bien, lavar a mano.
Método 8
Ablandador de carne contra la sangre. La sangre es un producto orgánico al igual que la carne, por lo que es bastante efectivo utilizar este tipo de producto debido a la acción de las enzimas. Son especialmente eficaces en manchas de sangre seca. Son altamente agresivos por lo que se desaconseja emplearlos en superficies sensibles como la lana, la seda o el lino.
- Paso 1: Echar agua fría sobre la mancha.
- Paso 2: Añadir una cucharada de ablandador de carne.
- Paso 3: Frotar sobre la superficie húmeda.
- Paso 4: Dejar actuar entre 1 y 2 días como máximo.
- Paso 5: Lavar con agua fría y detergente.
Método 9
Almidón en polvo. El almidón resulta un potente eliminador de manchas de este tipo. Se basa en aplicar un poco de este y dejar actuar entre 1 y 3 minutos. A continuación, frotar con agua fría para después lavar con agua y detergente.
Método 10
Aspirina o vinagre. Debido a las sustancias ácidas que contienen, éstas pueden disolver las manchas de sangre. Suelen ser poco agresivos por lo que la tela no resulta dañada.
Método 11
Cloro. El cloro es un potente disolvente de la sangre pero hay que tener especial cuidado, ya que puede tener efectos negativos sobre la prenda, por lo que no debe aplicarse directamente. Se diluye un tapón de cloro con agua fría y se deja remojando la tela durante 15 minutos. No debe mezclarse ropa blanca con ropa de color, ya que la mezcla puede hacer que pierda un poco el color.