¿Sospechas que te has infectado de SIDA y quieres salir de dudas cuanto antes? ¿Qué % de probabilidad hay de que lo que te pasa sea realmente SIDA? ¿Existe algo que sirva para confirmar o descartar que un hombre o una mujer tiene SIDA?
El SIDA es una de las enfermedades más devastadoras del siglo XXI.
También conocido como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se trata de un virus que afecta directamente a la persona mediante la destrucción de las células del sistema inmunitario.
El sistema inmunitario nos protege ante las amenazas de agentes externos por lo que este no puede combatir las infecciones y las enfermedades que dañan al organismo.
Esta enfermedad es muy difícil de detectar debido a que carece de síntomas, así que la única forma que es segura para determinar si se tiene o no el SIDA es mediante un análisis de sangre.
Las pruebas del VIH no detectan la existencia del virus sino que comprueban la presencia de los anticuerpos que actúan contra él.
Los glóbulos blancos de la sangre son los que se encargan de combatir las infecciones, por lo que si presenta una gran cantidad de este tipo de células en la sangre significa que padece el virus de VIH.
4 mitos del SIDA que debes conocer
Descubrir si has sido infectado por este virus puede convertirse en una prioridad si consideras que has podido haberte expuesto a él. Antes de pasar a conocer cómo afecta el SIDA a nuestro cuerpo, es importante que sepas algunas cosas más.
1. El SIDA se puede curar
En realidad este virus no tiene cura pero sí un tratamiento eficaz que puede controlar la enfermedad haciendo posible llevar una vida con normalidad.
2. El VIH se contagia por sudor y saliva
Es falso que a través de estos fluidos se produzca contagio, ya que en ellos no se encuentra el VIH.
3. Los mosquitos pueden transmitir el virus mediante las picaduras
Lo cierto es que estos insectos digieren los virus al absorberlos y la cantidad que extraen es mínima como para contagiar la sangre.
4. Los abrazos y los besos pueden contagiar
No se transmite por contacto casual como dar la mano, dar abrazos, besos, compartir ducha o compartir alimentos.
¿Cuáles son las diferencias entre VIH y SIDA?
Es frecuente oír o leer VIH y SIDA como si significasen lo mismo, pero no es así.
Ambos son acrónimos que por su similitud, es natural usarlos indistintamente, pero hay matices que los hacen diferentes y que es importante conocer.
VIH es el acrónimo de Virus de la Inmunodeficiencia Humana.
- Virus: se trata de un tipo de microbio. En la Naturaleza encontramos muchos tipos de microbios, como las bacterias, los parásitos, hongos…
- Inmunodeficiencia:
Inmune = Sistema defensa
Deficiencia = Debilidad
Es decir, un debilitamiento del sistema inmune. - Humano: se especifica la palabra Humano porque algunos virus están activos en animales.
SIDA es el acrónimo por el que se conoce la infección avanzada por VIH y significa Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida.
- Síndrome: conjunto de síntomas.
- Inmuno: hace referencia al sistema inmune.
- Deficiencia: Debilitamiento.
- Adquirido: que no es un problema de salud hereditario.
Es decir, llamamos SIDA a un estado avanzado de una infección por VIH y esa persona empieza a desarrollar los signos propios de la infección.
Una persona que tiene SIDA también tiene VIH porque es el VIH lo que causa el SIDA.
No obstante, alguien que tenga VIH no tiene por qué tener SIDA, ya que aún no ha alcanzado esa etapa de infección.
Podemos hablar de personas VIH-positivas o de personas que tienen VIH, ya que ambas personas tienen VIH con independencia del estado de su infección.
¿Cuáles son los síntomas del SIDA en seres humanos?
Los síntomas de este virus son muy parecidos a los de la gripe, la mononucleosis o amigdalitis, por lo que es muy difícil de identificar con precisión.
Algunos de los síntomas que se producen en la fase inicial
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Fatiga y cansancio permanente
- Dolor de garganta
- Salpullido o erupción cutánea
- Inflamación de los ganglios linfáticos
Otros síntomas que aparecen más tardíamente y son los que finalmente pueden detectar el SIDA
- Diarreas durante más de 5 días
- Fiebres elevadas de 38º en adelante.
- Tos seca
- Gran pérdida de peso
- Glándulas linfáticas hinchadas en cuello, ingle o axilas
- Neumonía o enfermedades respiratorias.
- Cansancio extremo
- Pérdida de memoria y confusión mental.
- Infecciones pélvicas que no terminan de curarse.
- Infecciones orales o vaginales.
- Erupciones en la piel.
- Sudoración nocturna y escalofríos.
- Cólicos, náuseas y vómitos.
- Ampollas en la lengua y boca
- Problemas de visión
No se puede saber si se está infectado por el virus solamente por presentar alguno o algunos de estos síntomas, ya que parte de los afectados pueden no presentar ningún tipo de síntoma durante muchos años.
¿Cómo actúa el VIH en el organismo?
El VIH es un virus común como otro cualquiera que trata de infectar células sanas insertando su código genético dentro de ellas para formar nuevas células virales desde la célula sana que ataca.
Una vez que se instala hace que la célula sana cree más virus que terminan matándola y expandiéndose por el organismo. El principal problema del VIH es que ataca a las células principales que se encargan de protegernos frente a enfermedades.
¿Qué son las infecciones oportunistas?
Las llamadas infecciones oportunistas son aquellas que gracias al debilitamiento de las células inmunitarias afectan a nuestro organismo y no se combaten con normalidad.
En la mayoría de los casos las complicaciones con el sida no surgen por el virus en sí, sino por las complicaciones que se desarrollan al tener debilitado el sistema inmunológico, ya que en condiciones normales no existiría ningún problema.
En definitiva lo que causa la muerte del enfermo de VIH es otra enfermedad que ataca al organismo que no puede defenderse por encontrarse dañado.
¿Cómo se trasmite el virus del VIH?
Cuando existe una persona infectada por el SIDA puede transmitirlo mediante fluidos corporales cómo la sangre, el semen, las secreciones vaginales, la leche materna y el líquido preseminal (fluido pre-eyaculatorio). Por lo tanto existen diferentes formas y actuaciones de transmisión.
Se puede trasmitir bien mediante las relaciones sexuales de cualquier tipo (oral, anal o vaginal) sin utilizarse medios de protección tales como el preservativo; por el contacto de la sangre con otra sangre contaminada (mediante agujas, jeringas u otros objetos).
Además en el caso de las mujeres embarazadas puede transmitirse desde la madre al hijo o también en el parto y durante el periodo de amamantamiento.
¿En qué consiste el tratamiento y cura del virus?
Para el SIDA no hay cura pero sí existe un buen tratamiento que disminuye la evolución de la infección hasta casi detenerla.
El tratamiento consiste en fármacos antirretrovirales (TAR) para tratar dicha infección. Las personas que reciben este tipo de tratamiento toman varios medicamentos combinados para combatir el VIH todos los días. Estos no eliminan la afección pero ayudan a las personas a llevar una vida más sana y duradera. Los antirretrovirales también reducen el riesgo de contagio.
Estos medicamentos impiden que el virus se reproduzca reduciendo la concentración de VIH en el organismo, por lo que el sistema inmunológico tiene mayor capacidad de recuperación. Esto permite al cuerpo defenderse ante infecciones y agentes externos combatiéndolos.
El tratamiento debe iniciarse en el momento que se diagnostica el virus lo más tempranamente posible ya que es vital frenar la expansión de las células VIH y cuánto antes se detiene menos complicaciones suelen darse.
Además de los medicamentos se precisa con mayor frecuencia asistencia psicológica, orientación y apoyo psicosocial. Llevar a cabo una vida sana con hábitos de vida saludables tales como una alimentación equilibrada, una higiene básica y la práctica de ejercicio diario.
Los 10 métodos prácticos para prevenir eficazmente el virus del SIDA
A pesar de que no tiene cura, sí que existen ciertas conductas que nos permitirán disfrutar de una vida plena sin incurrir en comportamientos de riesgo.
Para ello, poniendo en práctica alguna de las siguientes prevenciones conseguirás reducir considerablemente las posibilidades de infectarte por este virus.
Usa preservativos durante las relaciones sexuales sean de cualquier tipo
Comprobando el estado del preservativo, colocándolo correctamente para evitar que se deteriore o se dañe y tirándolo después de usarlo, teniendo en cuenta que es de un solo uso.
Evita practicar sexo oral sin protección
El contacto con los fluidos (Semen, sangre o secreciones vaginales) de personas infectadas suponen un riesgo inminente.
Considera la abstinencia sexual
Es una decisión puramente personal que consiste en no practicar relaciones íntimas y que previene, completamente, este virus mediante la vía sexual.
Limita el uso de parejas
De esta manera se diminuye la probabilidad de contagio.
No compartas agujas o jeringas con o de otras personas
Mediante la sangre se transmite de una forma muy rápida y eficaz.
Utiliza instrumento esterilizados y desechables
En especial para la perforación de la piel (piercings, tatuajes, inyecciones, etc).
Evita la propagación del virus mediante conductas saludables
En el caso de las mujeres embarazadas deben recibir tratamiento si fueran portadoras del virus para disminuir el riesgo de contagio al bebé. Además, es aconsejable que el parto sea por cesárea y no se podrá amamantar al niño, ya que la leche materna es una vía de contagio de la infección.
Confía en la seguridad de las transfusiones sanguíneas
Los profesionales sanitarios deben analizar la sangre previamente para descartar cualquier tipo de afección.
En las intervenciones médicas con enfermos de este tipo
Los sanitarios deben extremar las precauciones mediante:
- Uso de guantes
- Uso de gafas o protectores de ojos
- Desechar agujas o jeringas una vez utilizadas
- Limpiar cualquier superficie manchada con sangre con agua y cloro
- Esterilizar siempre el equipo médico
Sigue las recomendaciones de las campañas de prevención.
Se dirigen hacia todo tipo de población (jóvenes, adultos y personas mayores).